EL PAíS › EL GOBIERNO DE SANTA FE TUVO QUE DESPLAZAR AL JEFE POLICIAL DE LA CAPITAL PROVINCIAL, ACUSADO DE ANTISEMITA

Salida para el comisario de la esvástica

Tras los reclamos del Inadi y de organismos de derechos humanos, el gobierno de Bonfatti separó a Juan Pablo Garro, a quien recientemente había nombrado en Santa Fe. En su lugar reasumirá el comisario Sergio Vergara, involucrado en una causa por drogas.

La gobernación de Santa Fe sufrió un nuevo traspié en el manejo de la policía de la provincia. Ayer tuvo que desplazar de su cargo al comisario inspector Juan Pablo Garro, al que había designado como nuevo jefe de la Unidad Regional I –jefe de policía de la ciudad de Santa Fe–: la marcha atrás se debió a las quejas del Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi) y los organismos de derechos humanos porque el policía había sido investigado en 2006 por presuntas conductas antisemitas y por tener en su despacho un cuadro con símbolos nazis. Como una sorpresa extra, la administración del socialista Antonio Bonfatti anunció que el lunes reasumirá el anterior titular de la dependencia policial, el comisario Sergio Vergara, que estaba de licencia obligada porque fue involucrado en una causa por presunto tráfico de drogas.

Los anuncios estuvieron a cargo del ministro de Gobierno santafesino, Rubén Galassi. Al confirmar que la gobernación había resuelto sacar al comisario Garro para reponer al comisario Vergara, el funcionario argumentó que la designación del primero había sido “transitoria, al solo efecto de poder disponer de un funcionamiento adecuado para estos días en que Vergara tuvo que pedir licencia”.

Tras conocerse la novedad, el abogado de Vergara salió a hablar por los medios, a los que aseguró que su defendido “nunca” estuvo imputado en la causa conocida popularmente como la “del camión con droga” ni fue llamado a indagatoria.

Vergara había tenido que dejar su puesto por este caso, de fuertes repercusiones. La investigación, a cargo del juez federal Reinaldo Rodríguez, está centrada en un operativo en el que la policía informó haber encontrado un camión abandonado con una tonelada y media de marihuana. En el expediente fueron procesados el ex jefe de Orden Público Cristian Hang, el ex jefe de Inspección Martín Díaz y el sargento Alejandro Agüero, que operó en la sección inteligencia de Drogas Peligrosas. A pedido del fiscal Walter Rodríguez, el ahora repuesto Vergara y su subjefe, Sergio Fernández, tuvieron además que hacer un descargo ante el juez.

El camión apareció varado en la zona conocida como Arroyo Leyes, el 2 de noviembre a la madrugada. La policía presentó el operativo como un golpe al narcotráfico, pero el fiscal Rodríguez consideró en cambio que se trató de “una puesta en escena de la supuesta labor desplegada por la fuerza” que “no reflejó la realidad de lo ocurrido”.

Según el fiscal, del camión –que en las actas apareció estacionado y sin chofer– fue en realidad descargado parte del cargamento de droga, en una maniobra en la que habría participado el sargento Agüero, hoy procesado por presunto tráfico de estupefacientes agravado. Agüero quedó en prisión, al igual que Hang y Díaz, éstos acusados por supuesto encubrimiento agravado y por “favorecer la evasión de Agüero”, violación de deberes de funcionario público” y “falsificación ideológica de documento público”.

En cuanto a Garro, había sido ascendido hace menos de una semana, provocando la reacción del Inadi, que reclamó al gobernador Antonio Bonfatti que reviera la medida.

El Instituto contra la Discriminación alertó que el comisario, de acuerdo con una denuncia que guardaba en sus archivos, habría maltratado a un agente por su color de piel y por estar casado con una judía. El denunciante contó que el entonces subcomisario lo denigraba diciéndole cosas como “los negros son fusibles”, “negro de mierda” y “si Hitler hubiera estado acá tu familia no estaría hoy”. En el momento de ser denunciado, Garro era jefe del Grupo de Operaciones Especiales y le abrieron un sumario administrativo y una causa judicial, por lo que fue desplazado del cargo, aunque luego los expedientes resultaron archivados.

A Garro le habían encontrado además, en su despacho, un cuadro con una esvástica: él argumentó que se trataba de un regalo que “sólo había conservado”.

Junto con el Inadi se quejaron también los organismos de derechos humanos. “No se puede poner en ese cargo a un policía nazi”, señaló Celina “Queca” Kofman, integrante de Madres de Plaza de Mayo de Santa Fe. “Nosotros estamos cuestionando hace años a la policía provincial, ¿cómo podemos pensar en un jefe de policía con ideología nazi?” La agrupación H.I.J.O.S, la comunidad judía de Santa Fe y el Foro contra la Impunidad y por la Justicia se manifestaron en el mismo sentido.

Garro finalmente debió pedir licencia. Ayer sostuvo no ser “nazi ni fascista”. “Tomo esta decisión por mi familia”, señaló, “para que descanse un poco de todas las habladurías falsas que están circulando sobre mi persona”.

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Garro había sido investigado por presuntas conductas antisemitas y por tener en su despacho símbolos nazis, tal como lo informó Rosario/12.
 
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