Lunes, 23 de marzo de 2015 | Hoy
EL PAíS › LA DISCUSION POR LAS CANDIDATURAS EN LA COALICION DEL PRO, LA UCR Y LA CC
Después de que Macri dijera que gobernará quien se imponga en las PASO, el titular de la UCR, Ernesto Sanz, aceptó que el que gane “tiene el derecho a conducir”, pero también advirtió que tendrá “la obligación de integrar” a los perdedores.
Por Werner Pertot
El que gana manda; ésa es la regla que campea en el frente PRO-CC-UCR. Luego de que Mauricio Macri dejara en claro que gobernará el que triunfe en la interna entre el macrismo, los radicales y Elisa Carrió, el titular del Comité Nacional de la UCR, Ernesto Sanz, se mostró concesivo, pero dejó entrever algunas reservas. Dijo que quien gane “tiene el derecho a conducir”, pero también “la obligación de integrar” a los perdedores.
El acuerdo con los radicales potenció la candidatura de Macri, pero también le trajo una serie de problemas por resolver, entre los que se cuentan las alianzas locales y el reparto de lugares en las listas. El jefe de Gobierno porteño se ocupó de poner distancia con la idea de que formará un “gobierno de coalición” con la UCR y la Coalición Cívica (CC). Le preocupa quedar asociado al recuerdo social de la Alianza que encabezó el ex presidente Fernando de la Rúa y que terminó en 2001 en forma catastrófica. Todas las palabras de Macri se dedicaron a conjurar ese fantasma: no habrá cogobierno, no se repartirán los cargos por espacio político.
Sanz, que todavía enfrenta las críticas de sus correligionarios por el resultado de la Convención, intentó maniobrar sobre las declaraciones de su reciente aliado que lo dejaron offside. “Quien gane las PASO tendrá derecho a conducir el proceso. No hemos convenido los cargos previamente porque no corresponde”, admitió el senador, quien destacó que “los que no ganen, pues se integrarán en los lugares que correspondan, ya sea en el Parlamento o en el Gobierno. Pero no hay de antemano una distribución rígida o inflexible que no permita a quien gane tener su libertad”.
Sin embargo, Sanz no dejó de mencionar que el ganador tendrá “la obligación de integrar” a los que pierdan la interna, casi como un aviso anticipado. “Venimos de una Convención que fijó una estrategia y una candidatura. La estrategia es la de ir a construir un acuerdo con la CC y el PRO con competencia en las primarias de agosto. De ahí saldrá un candidato para la general y todos nos integraremos detrás de un programa común”, remarcó Sanz, quien defendió el rumbo elegido: “No es lo mismo ser candidato con la boleta 3 del partido radical solito o con un frente como Unen, que perdió competitividad”.
En el macrismo pretenden dar por cerrada la discusión sobre el futuro gobierno, por lo menos en esta etapa, luego de que Macri hiciera todo lo posible por despegarse de la comparación con la Alianza. Por eso, el líder del PRO advirtió en forma tajante que su vicepresidente no será un radical, como se había mencionado a comienzos de este año.
En el PRO se debaten distintas posibilidades para completar la fórmula presidencial. Un sector peronista de la conducción del PRO –que integra el ministro de Gobierno, Emilio Monzó– avala la posibilidad de que el compañero de fórmula sea Carlos Reutemann, algo que Macri no ve con desagrado. Sus declaraciones de los últimos días lo mostraron cerca de Reutemann, aunque ambos indicaron que todavía no hubo un ofrecimiento.
Esa posibilidad no despierta mucha alegría en el ala de los llamados “macristas puros”, como el secretario general Marcos Peña. Al consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba tampoco lo convence el perfil peronista y con un pasado pesado en Santa Fe. Le sabe a “vieja política”. Ellos prefieren, en cambio, una fórmula “PRO pura”, que ya no la podrá integrar Gabriela Miche
tti, quien le dijo que no a Macri y se lanzó a la interna por sucederlo. Tampoco parece poder ser María Eugenia Vidal, a quien Macri ratificó como su candidata a gobernadora bonaerense. Se barajan distintos nombres dentro del PRO, como el de la dirigente rosarina Anita Martínez. Otra alternativa sería algo intermedio: alguien confiable, propio, pero con un perfil más político. Mencionan a Diego Santilli, Rogelio Frigerio o Sergio Bergman. “Olvidate. Va a ser mujer y, preferentemente, del interior. O bien Reutemann. O, en última instancia, Sanz”, desmiente uno de los integrantes de la mesa chica del PRO. La discusión dentro de la conducción del macrismo sigue abierta y las negociaciones con los radicales recién empiezan.
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