El fiscal de Cámara Germán Moldes sigue intentando que se abra una causa en base a la denuncia por encubrimiento presentada por Alberto Nisman cuatro días antes de morir. Para eso, en un recurso que presentó ayer, pidió que ahora intervenga la Cámara de Casación Penal. Su escrito cuestiona por “arbitrario” el fallo de la Sala I de la Cámara Federal, que la semana pasada desestimó la presentación del fiscal fallecido por falta de pruebas. Pero antes de decidir si le allana el camino para otra revisión, ese mismo tribunal tiene que resolver un nuevo planteo de recusación contra Moldes que hizo la defensa del canciller Héctor Timerman –uno de los denunciados junto con Cristina Kirchner–, donde advierte que actúa motivado por “algún interés personal”, a punto tal de anunciar su intención de hacer forum shopping para que le toque en Casación un fiscal que cree que seguirá su misma línea.

El jueves último, la Cámara Federal, con los votos de Jorge Ballestero y Eduardo Freiler, rechazó abrir una investigación basada en la denuncia de Nisman, como ya lo había hecho en primera instancia el juez Daniel Rafecas. Señalaron que no encontraron “ni un atisbo” de un “obrar ilícito”. Los camaristas tampoco aceptaron una primera recusación contra Moldes, el fiscal que actúa ante ese tribunal, quien había emitido opiniones, por ejemplo vinculando la muerte del fiscal con el Gobierno. Ante la decisión de la Cámara, contraria a su pedido de que se abra un expediente por supuesto encubrimiento de los iraníes sospechados por el ataque a la AMIA, Moldes anunció que iba a presentar su apelación rápidamente. De ese modo, anticipó, evitaría que le toque (por cómo venían pautados los turnos) opinar a un fiscal de Casación alineado con la agrupación Justicia Legítima. “No quiero caer en esta maniobra de ingeniería judicial y que me esté esperando un fiscal militante”, advirtió, en alusión al fiscal Javier De Luca. El papel del fiscal de Casación es crucial, porque tiene que respaldar lo que dice Moldes y, si no lo hace, cae el expediente.

Moldes se quejó en su presentación de ayer de que no se ordenaron “medidas” “para demostrar el carácter delictivo o no de los hechos, aunque este ministerio estimó que, al menos, existen casi 50 útiles y necesarias para conformar la base probatoria”. En relación con la falta de pruebas señalada por la Cámara, sostuvo que “la denuncia de un delito” basta que sea “la comunicación de datos sobre un hecho” con algunas pistas para el juez o fiscal sobre cómo y dónde buscar pruebas. Según Moldes, los camaristas pusieron “exigencias formales inusitadas” y lo hicieron de manera “inconstitucional”. Para él, la denuncia de Nisman “es válida” para abrir un expediente judicial. Por lo tanto, propone que Casación revoque la decisión de la Cámara y que se dicte una nueva para –invocó la Constitución– “afianzar la Justicia”. Habló de una “llamativa celeridad con que” la “causa transitó los estrados y se resolvió”, pero a la vez presentó su escrito con un pedido de “pronto despacho”. Nisman había hecho su presentación el 14 de enero. Rafecas, desde que recibió la causa, se tomó los cinco días que establece el Código Procesal para resolver el pedido del fiscal (en este caso Gerardo Pollicita) de impulsar el caso. Desde la desestimación de ese juez, la Cámara demoró un mes. La nueva recusación de Moldes que la Cámara deberá resolver fue presentada por los abogados de Timerman –Alejandro Rúa y Graciana Peñafort–, quienes sostienen que no actúa con “objetividad”.