Jueves, 16 de julio de 2015 | Hoy
EL PAíS › DIPUTADOS APROBó PONERLE EL NOMBRE DE LAURA BONAPARTE AL EX CENARESO
La diputada Ramona Pucheta dialogó con Página/12 sobre el proyecto para reconocer la trayectoria de la Madre de Plaza de Mayo fallecida en 2013. “En Laura está representado el derecho humano, la lucha por la memoria, la verdad y la justicia”, dijo.
Por Julián Bruschtein
“Intentamos dar un reconocimiento al trabajo y a la lucha permanente de Laura Bonaparte”, aseguró en diálogo con Página/12 la diputada Ramona Pucheta, momentos antes de que se aprobara en el recinto de la Cámara de Diputados –para darle media sanción– el proyecto de ley para que el ex Cenareso tome el nombre de la Madre de Plaza de Mayo. “En Laura está representado el derecho humano, la lucha por la memoria, la verdad y la justicia, y se combina además con que era psicóloga y trabajó en el área de la salud mental”, agregó la diputada del Frente por la Integridad Social, al explicar los fundamentos de su trabajo, en un parate en el debate en el Congreso. “Vengo de la clase más empobrecida, hemos sufrido muchos ataques también, y poder llevar a una luchadora como Laura, levantar su nombre lo más alto que se pueda, es un orgullo para nosotros”, señaló la diputada chaqueña que vio la oportunidad de luchar contra la pobreza en la organización política y territorial de los vecinos.
La diputada Pucheta sabe bien de dónde viene. “Los desocupados, mi clase social, sabemos lo que es que no te tengan en cuenta”, señala, apuntando a sus raíces, la organización social y política en los barrios pobres del país. Nacida en Chaco y asentada en la provincia de Buenos Aires en los años ’80, explica su acercamiento a la figura de Laura Bonaparte, madre de Plaza de Mayo fallecida en junio del 2013, que fue psicóloga y participó en los años ’60 en los proyectos del entonces Hospital Lanús (hoy Hospital Evita) que promovían la atención de puertas abiertas y la idea de acercar la salud mental a los barrios humildes, dando vuelta el paradigma que existía hasta ese momento.
La intervención del ex Cenareso fue el puntapié inicial de acercamiento a la figura de Bonaparte, que sufrió la desaparición de su esposo y de tres de sus cuatro hijos con sus parejas a manos de la dictadura militar. Su lucha por la verdad le valió el exilio, y fue veedora de Amnesty International en campos de refugiados en El Salvador y Guatemala antes de volver al país e integrarse a Madres de Plaza de Mayo.
–¿Cómo se gesta la idea de poner el nombre de una madre de Plaza de Mayo al antiguo Centro Nacional de Reinserción Social (Cenareso)?
–Después de haber conocido el hospital como una ciudadana común en una oportunidad anterior, me acerqué a hablar con la interventora Edith Benedetti. Vi el proyecto que estaba llevando adelante en el hospital y me acerqué para ofrecerme en caso de que quisieran presentar algún proyecto. Después de eso, ella fue la que impulsó junto a su equipo el proyecto y me dieron la oportunidad de participar y presentarlo en la cámara, automáticamente dije que sí. Para mí es muy importante, un honor, teniendo en cuenta que hay muchos diputados que vienen de Hijos, Madres, etc. Y que me hayan permitido hacer este homenaje, es doblemente valorable para mí.
–Con la intervención de Edith Benedetti se comenzaron a producir cambios en el hospital, incluso en el nombre...
–Voy a insistir en que estamos muy felices los integrantes de este frente por tener el honor de poder hacerle un homenaje a Laura con este proyecto en el que se le da un reconocimiento a su trabajo y lucha permanente. La idea es agregarle al nombre que tiene ahora (Hospital Nacional en Red Especializado en Salud Mental y Adicciones) el de ella. Es un reconocimiento a su lucha, a todo lo que representa Laura como Madre de Plaza de Mayo y luchadora de este pueblo. Esta propuesta no proviene solo del bloque, sino que los mismos trabajadores, la interventora y los pacientes nos hablan de lo que es hoy el hospital, y por eso es que creemos que el nombre de Laura es el correcto. Pero además la recepción en los demás bloques fue inmediata. Acá no hubo nadie, ningún legislador ni bloque que se negara a firmar el proyecto, todas la fuerzas políticas quisieron acompañar esta iniciativa, incluso superamos la cantidad de firmas que necesita cada proyecto para poder tratarse. Se necesitan quince, que son bastante difíciles de conseguir, y logramos diecinueve con cuatro cofirmantes.
–Todo reconocimiento a una Madre de Plaza de Mayo es en realidad un reconocimiento a todas por su legado...
–Sí, y por sobre todas las cosas porque está representado el derecho humano, el derecho a la persona, la lucha por la memoria, la verdad y la justicia, y se combina además con que Laura era psicóloga y trabajó en el área de la salud mental.
–Y también con que están cada vez más viejitas y es bueno que desde el Estado se reproduzca la tarea de la memoria.
–Es verdad y por supuesto que es mucho más lindo hacerles el homenaje en vida. A veces no se puede y no podemos dejar de ver que poco a poco las Madres se ponen viejitas y las vamos perdiendo, pero han hecho mucho y han dejado una huella marcada al máximo, porque la lucha de cada una de ellas va quedando en los que quedamos. Nosotros somos parte de este pueblo argentino y llevamos esos ejemplos de lucha en nuestras espaldas para seguir su camino. Lo mejor que nos queda es poder dar continuidad a esa enseñanza que nos muestra que, a pesar de todo ese dolor, con tantas pérdidas tan terribles, se concentraron en la lucha solidaria, en no bajar la voz. Esa es la enseñanza que nos dejaron. Yo vengo de la clase más empobrecida, hemos sufrido muchos ataques también y poder llevar a una luchadora como Laura, levantar su nombre lo más alto que se pueda, es un orgullo.
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