Referentes de la lucha por los derechos humanos se presentaron en los tribunales de Retiro para reclamar por la parálisis de la causa contra los directivos de la ex editorial Atlántida y los civiles que participaron del genocidio. Alejandrina Barry, hija de desaparecidos e integrante del Ceprodh, lleva adelante una querella contra quienes dirigían esa publicación por haber realizado un operativo de prensa junto a militares de la Marina, cuando ella tenía tres años y sus padres habían sido asesinados por las fuerzas conjuntas de Argentina y Uruguay. Barry estuvo acompañada en Tribunales por sus compañeros del Ceprodh Carlos Platkowski, Luis Bonomi y Paolo Zaniratto, además de Graciela Rosenblum, de la LADH; Enrique Fukman, de la AEDD; Pablo Pimentel, de la APDH La Matanza; María del Carmen Verdú, de Correpi, y Patricia Walsh, entre otros. Presentaron un amicus curiae que recayó en el juzgado federal de Sergio Torres, y contó con el apoyo de Elia Espen, Madre de Plaza de Mayo, y de delegados del nuevo sindicato de prensa SiPreBa. “Queremos darle mayor fuerza al juicio y castigo a todos los responsables civiles del genocidio. Hace años vengo peleando por encarcelar a los asesinos de mis viejos, a los que me secuestraron a mí y a los civiles que me utilizaron para justificar los más atroces crímenes de lesa humanidad. En la causa le dictaron falta de mérito a uno de los editores de Para Ti, Agustín Botinelli, el resto del expediente está parado”, expresó Barry. Esa revista publicó en dictadura un artículo con su foto de niña, mencionándola como una “víctima de la subversión”.