El nuevo intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, declaró que se está interiorizando de la situación en la que se encuentra el municipio, pero confió en que su gestión encontrará la salida para todos los conflictos. “No debemos desanimarnos, vamos a salir”, sostuvo Grasso, y agregó que “nadie va a venir de afuera a limpiar ni a traer dinero, por lo cual todos deben ponerse a trabajar para reflotar la situación”. El nuevo intendente, quien reemplaza al renunciante Raúl Cantín, dijo que habrá cambios en la gestión municipal, pero que quedaban confirmados Daniel Alvarez, de Desarrollo Comunitario, y Gastón Forneris, de Obras Públicas. “Tomamos la decisión de abrir las puertas de la municipalidad para que se acerquen los vecinos”, explicó Grasso, y añadió que “tanto con los ciudadanos como con el trabajador municipal se debe restablecer la confianza”.