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Con la interna piquetera como telón de fondo, los dos dirigentes de ese sector más cercanos al Gobierno, Luis D’Elía y Juan Carlos Alderete, estuvieron ayer con el presidente Néstor Kirchner. Ambos dirigentes se reunieron con el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, para pedirle el desprocesamiento de unos 3000 piqueteros y el pago de un adicional a los beneficiarios de los planes para desocupados con motivo de las fiestas de fin de año y Kirchner aprovechó la ocasión para saludarlos. Por la mañana, integrantes del Movimiento Teresa Rodríguez reclamaron frente al Ministerio de Trabajo por más planes laborales.
El encuentro de Kirchner con D’Elía y Alderete no se prolongó demasiado. En rigor, duró lo suficiente como para que se saludaran y acordaran una reunión formal para principios de la próxima semana. Según contaron después los dirigentes piqueteros, en el poco tiempo que estuvieron juntos Kirchner les dijo que tenía “muchas presiones y amenazas de grupos poderosos”, pero que “seguirá adelante en su lucha para limpiar la corrupción policial y política en todos los niveles”.
D’Elía y Alderete fueron a la Casa Rosada a ver a Parrilli. Al secretario general de la Presidencia le reclamaron que el Gobierno promueve la sanción de una ley que allane el camino al desprocesamiento de unos 3000 piqueteros que quedaron involucrados en causas judiciales por su participación en la protesta social. También le plantearon la posibilidad de que se les pague un plus de 100 pesos a los beneficiarios de los planes de desocupados para las próximas fiestas de fin de año.
D’Elía, cuya presencia en la Casa Rosada se ha vuelto habitual en los últimos tiempos, contó que sobre el primero de los reclamos Parrilli “nos dijo que el tema está siendo estudiado por (el secretario de Derechos Humanos) Eduardo Luis Duhalde y esperamos tener el texto del proyecto la semana que viene”. Alderete adelantó que la Corriente Clasista y Combativa –la organización que lidera– “no aceptará que en este proyecto haya condicionamientos para el accionar de los piqueteros hacia el futuro”.
“Se están haciendo las evaluaciones presupuestarias”, fue la respuesta que frente al segundo planteo les dio Parrilli, con quien D’Elía y Alderete analizaron también la situación de las “empresas recuperadas” por los trabajadores. Ambos dirigentes le manifestaron al funcionario que es necesario que “haya decisión política” para destrabar algunos trámites burocráticos para su normal funcionamiento y Alderete declaró que en la reunión “se confirmó que el Gobierno analiza convertir a estas empresas recuperadas en proveedoras del Estado, comprándoles parte de su producción”.
En la reunión no se pasó por alto el tema de las diferencias que hoy existen entre los diversos sectores piqueteros, aunque Alderete prefirió no profundizar al respecto y remarcó que “no hay internas”. Sin embargo, antes de concurrir a la Casa de Gobierno, D’Elía recibió críticas de dirigentes de otras líneas piqueteras por haber respondido que iba a “defender a los tiros” a Kirchner cuando el titular del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados, Raúl Castells, instó a “tomar las casas de gobierno de América latina”. Castells lo calificó de “pobre muchacho” y el titular del Polo Obrero, Néstor Pitrola, lo tildó de “colaboracionista”.