EL PAíS › JUICIO ORAL POR EL ASESINATO DE KOSTEKI Y SANTILLAN
El hilo por lo más delgado
El comisario Fanchiotti es el máximo responsable para la Justicia de la masacre de Puente Pueyrredón. Otros cuatro policías también serán juzgados, mientras que fueron sobreseídos los jefes. Apelarán el fallo.
Por Adriana Meyer
La Justicia elevó a juicio oral la causa por el asesinato de los piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Cinco de los policías bonaerenses que el 26 de junio de 2002 reprimieron durante la masacre de Puente Pueyrredón serán juzgados, pero su jefe fue sobreseído al igual que otros uniformados que estaban imputados. “Esto se cortó en Fanchiotti, no sólo zafaron todos los funcionarios políticos sino también los jefes policiales”, se quejó el abogado Claudio Pandolfi. El letrado, que representa a los familiares de las víctimas, adelantó que apelará la medida dictada ayer por la jueza Marisa Salvo.
La magistrada resolvió que el comisario inspector Alfredo Fanchiotti, aquel que se victimizó mostrando una herida ante las cámaras de televisión, sea juzgado en proceso oral y público por el delito de homicidio simple en dos oportunidades y homicidio simple en grado de tentativa en siete hechos. Los oficiales Carlos Quevedo, Mario de la Fuente y Lorenzo Colman deberán responder por encubrimiento agravado, mientras que Celestino Robledo lo hará bajo el cargo de usurpación de títulos y honores, porque se hizo pasar por policía. En la misma resolución, la jueza Salvo dictó el sobreseimiento del oficial subinspector Gastón Sierra y del comisario Osvaldo Félix Vega, jefe de la departamental de Lomas de Zamora, bajo cuyo mando estaban los policías.
Sierra había sido acusado por el fiscal Juan José González por encubrimiento. En varias fotografías se lo ve de uniforme junto al sargento Carlos Leiva juntando cartuchos en la calle, y además vio heridos con munición de plomo y no denunció el hecho. Según explicó Pandolfi a Página/12, esto no es lo único que hizo Sierra. “El expediente se inicia con un acta trucha que contiene la versión falsa de los hechos, es la base del encubrimiento donde le arman al fiscal un cuentito de hadas”, expresó. Ese relato sostiene que a las 10.50 una columna de 500 personas con chalecos de la Corriente Clasista Combativa (CCC) corrieron hacia el puente y allí habrían sido sorprendidos y atacados los policías. Pandolfi aclara que la CCC no participó de aquella marcha. “Así empezó el armado del gobierno de Duhalde y si no hubieran aparecido las fotos (del fotógrafo Sergio Kowalewsky publicadas por Página/12) la carátula inicial hubiera sido contra los piqueteros”, completó el letrado. Esas actas iniciales ni siquiera mencionan a los muertos y tienen la firma de otros policías, entre ellos el jefe de la primera de Avellaneda Néstor Benedetti, pero ninguno está imputado en la causa.
El también sobreseído comisario Vega fue quien le dijo al diputado Luis Zamora en la guardia del Hospital Fiorito “usted sabe que se mataron entre ellos”, cuando todavía no había cesado la cacería de militantes por las calles de Avellaneda. Además, el propio Fanchiotti le dijo a este diario que había recibido órdenes de Vega. “Habiendo más de quince policías identificados no es posible que su jefe no tenga responsabilidad”, protestó Pandolfi.