ESPECTáCULOS › DAMIAN SZIFRON CUENTA POR QUE
TARDA TANTO EL ESPERADO CAPITULO FINAL DEL CICLO
“Los simuladores” se despiden con final navideño
Mañana comienza la grabación del último capítulo, que transcurrirá en las fiestas navideñas. Pese a la oferta de una tercera temporada, Damián Szifrón cree que es hora de otros proyectos.
Por Emanuel Respighi
A esta altura del año, no cabe duda de que se trata del operativo más complicado que debieron enfrentar los cuatro gladiadores de las sombras. Ninguna otra misión les demandó tanto tiempo ni estuvo tan cerca de fracasar, amenazando el prestigio que con tanto esfuerzo y creatividad lograron obtener tanto en el universo imaginario de la ficción como en el mundo real. Es que hace más de tres meses que “Los simuladores” se encuentran embarcados en la realización del promocionadísimo capítulo final que cerrará la exitosa serie de unitarios. Previsto inicialmente para ser emitido los primeros días de septiembre y varias veces pospuesto, lo cierto es que al día de hoy ni siquiera comenzaron las grabaciones del capítulo doble final de la serie dirigida y escrita por Damián Szifrón y protagonizada por Martín Seefeld, Alejandro Fiore, Federico D’Elía y Diego Peretti. Sin embargo, Página/12 supo que “Los simuladores” lograron sortear una vez más los inconvenientes y a partir de mañana comenzarán las grabaciones del episodio final, que se emitirá a mediados de diciembre por la pantalla de Telefé.
Mucho se dijo en estos meses de incertidumbre sobre los motivos de la demora de la grabación del capítulo final del ciclo. Que los actores no querían saber nada con la grabación porque están peleados entre sí, que había un serio problema contractual de los protagonistas con Telefé, que el canal quería mantener el suspenso hasta el año próximo y así realizar una tercera temporada del ciclo, que el guión del capítulo doble era muy costoso y escapaba al presupuesto que la emisora estaba dispuesta a desembolsar y muchas otras conjeturas. En una entrevista exclusiva concedida a Página/12, Szifrón desmintió los rumores de la supuesta pelea y anunció que, finalmente, “mañana comenzarán las grabaciones de las primeras escenas”, culminando así la saga de rumores que la larga espera despertó entre el público y la prensa.
–¿Por qué se demoró tanto la grabación del último capítulo de “Los simuladores”?
–La demora se debe a varios motivos. En un principio, el problema fue que el estreno de mi película, En el fondo del mar, me absorbió tres semanas, por lo que recién después me pude sentar a escribir el guión. La idea original, más por voluntad que otra cosa, era hacer un episodio final y un especial de Navidad. Cuando terminé de escribir los libros del último capítulo surgió el inconveniente de que demandaba una movida enorme de producción y había que viajar al sur a rodarlo, porque tenía cierta estética de western. Necesitaba llevarme a los actores por diez días, lo cual era imposible por los otros trabajos que están haciendo ahora los chicos. No se podía hacer por una cuestión de tiempos. Entonces tuve que sentarme a escribir un nuevo guión, el del especial de Navidad, que será el que finalmente cerrará la serie. Por suerte ya pudimos resolver los horarios y días de grabación con todos.
–¿Pero no hubo también un problema contractual? De los trece capítulos previstos inicialmente sólo harán once...
–Lo que pasó es que se extendieron los tiempos de grabación de cada capítulo. Pero no hubo un problema contractual. Nadie incumplió el contrato, aunque es verdad que hicimos menos capítulos de los 13 previstos originariamente. Pero no hay ninguna pelea ni con el canal ni entre nosotros, sino simplemente problemas de tiempo. La demora también habla de que el cierre del ciclo lo queremos hacer como corresponde. No se trata de hacer cualquier cosa y listo. Intentamos hacer algo que esté a la altura de lo que hicimos a lo largo de las dos temporadas. No tenía sentido poner al aire un envío de baja calidad o realizado a las apuradas.
–Pero tres meses es mucho tiempo para un capítulo de doble...
–Hay mucha gente que no tiene idea del esfuerzo que hay detrás del programa. No es un programa fácil de hacer. Me encantaría encontrar un espacio para que cosas así se sigan haciendo en la TV y que no se diga que un programa así no se puede hacer. Lo que ocurre es que hay gente con cierta maldad o ciertos intereses a los que les conviene decir que no se puede hacer un ciclo de calidad en TV. El problema es que la buena voluntad choca con la realidad. Hay voluntad de todo el mundo de hacer el último episodio, pero la realidad indica que los protagonistas están muy ocupados y el libro se tardó en terminar. Si hasta incluso estamos viendo como posibilidad hacer el libro del western el año próximo, como un telefilm especial. Y tampoco descartamos hacer una película sobre “Los simuladores”, pero para más adelante.
–¿De qué tratará el capítulo final?
–Es un capítulo en el que está crepitando todo el tiempo el desenlace del ciclo y la continuidad de “Los simuladores” como grupo de trabajo. En ese contexto, se produce un caso que tiene que ver con la fiesta de Navidad y que activa la sensibilidad de cada uno de “Los simuladores”. Y además se cierra la historia paralela de la brigada “B” con Milazzo, el productor de TV, que también quedó inconclusa. Es un libro que tiende más a la comedia pura, a lo urbano y a la celebración de Navidad. Es más fácil de rodar. En cambio, el original era una aventura épica que requería de mucho exterior.
–¿Qué hay en concreto de la posibilidad de hacer una tercera temporada?
–La propuesta de seguir un año más de parte de Telefé está, pero no es lo que veo en este momento como posibilidad concreta. No creo que se haga una tercera temporada el año que viene. Los actores están comprometidos con otras propuestas y yo estoy con mis energías puestas en unos proyectos de cine y en generar una serie nueva de TV. Hay mucha presión, pero no creemos que porque el programa funciona y el negocio es grande debemos necesariamente continuar con el ciclo. Creo que nosotros, por suerte, nos llevamos más por el placer de hacer las cosas que por el dinero. Después de dos años haciendo “Los simuladores” tenemos la necesidad de encarar nuevos proyectos: de parte de los chicos de explorar otros personajes, y de parte mía de indagar en nuevos universos.
–Además, una nueva temporada de “Los simuladores” los podría llevar a repetirse y cansar al público.
–Totalmente. Somos conscientes de que debemos sorprender a los televidentes permanentemente. “Los simuladores” es un programa que si entra en algún tipo de rutina argumental, se muere. Lo que lo hace respirar al ciclo es el humor, la creatividad, la frescura que tiene. Si hasta hemos tratado de “industrializarlo”, de hacerlo menos artesanal, contratando gente que nos ayude con los guiones y no hubo caso: sentíamos que se moría. El programa no encuentra otra dinámica. Como que nació así y funciona así. Realizar una temporada más porque el programa es un boom sería suicidarnos y saldríamos perdiendo. Sólo ganaría más plata, pero no es a lo que apuesto hoy.
–Parece una declaración propia de alguno de los personajes ficcionales de “Los simuladores” más que la de un productor de TV...
–Puede ser, qué sé yo. Los resultados del ciclo son satisfactorios. Me da placer verlo, hay un trabajo enorme en lo argumental, actoral y también en la producción. El resultado es íntegramente bueno. Hay pura satisfacción. El problema es que el proceso fue muy arduo. Las ganas y la ambición de hacer algo distinto u artesanal en un medio que es muy industrial te desgasta. Es muy difícil encontrar un espacio artesanal en la TV de hoy. Está bueno ver “Los simuladores” por la tele, pero se necesita de mucho trabajo para plasmar un producto de calidad en la pantalla. La gente, además, nos pide cada vez más. Lo que mantuvo vivo a “Los simuladores” fue el concepto de superarnos capítulo tras capítulo y no descansar en los laureles. Es un programa detalladamente cuidado, con mucho esfuerzo y respeto por quienes lo hacemos y por los espectadores. No vamos a tirar por la borda todo lo que logramos en estos dos años.