“La compra de Nextel por parte de Cablevisión sin la debida autorización es otro intento más del Grupo Clarín de burlarse de los argentinos, nuestras leyes y nuestra democracia”, afirmó ayer el presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), Martín Sabbatella. El funcionario advirtió que la nueva adquisición del Grupo Clarín no ha sido validada por la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (Aftic) como dispone el artículo 13 de la ley 27.078, de Argentina Digital. “Esta compra debería pasar al menos por tres organismos que regulan distintos aspectos: la Aftic desde la perspectiva de telecomunicaciones, Defensa de la Competencia y la Afsca que tiene que controlar lo relativo a los servicios de comunicación audiovisual”, indicó la abogada y coautora de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, Graciana Peñafort.

El multimedio informó el lunes a la Comisión Nacional de Valores que compró el 49,0 por ciento de la empresa de telecomunicaciones por 178 millones de dólares con la opción de comprar el 51,0 por ciento restante. El año pasado Nextel se declaró en quiebra en los Estados Unidos. En junio pasado el fondo buitre Aurelius, uno de los principales litigantes contra la Argentina en las cortes norteamericanas, adquirió el 40,0 por ciento de NII Holdings, la firma que controla al operador de telecomunicaciones.

“Llamativamente, tras esos movimientos empresarios de los buitres se abrieron las puertas para que Cablevisión adquiera Nextel Argentina, lo cual pretenden hacer sin autorización del Estado nacional”, lanzó Sabbatella. “Aurelius, como el fondo buitre Elliot de Paul Singer, es uno de los principales y más duros litigantes contra Argentina. Con ellos pretende asociarse (Héctor) Magnetto, a escondidas de las instituciones y las leyes de nuestro país”, expresó el titular de la Afsca.

El Grupo Clarín concretó la operación dos semanas después de que la Aftic dejara desierto el concurso para frecuencias 3G y 4G que habían sido asignadas a la empresa del Grupo Vila Manzano. La empresa Arlink debía pagar 506 millones de dólares en efectivo. Al vencer los plazos de esa erogación, la Aftic declaró nulo el concurso. Por eso, una versión sobre la transacción indica que Clarín se hizo de Nextel como plataforma para pujar en una próxima licitación de frecuencias. Así, haciendo uso de la infraestructura de Nextel, podría competir en el mercado de telecomunicaciones con Telecom y Telefónica.

Como la operación se realizó a través de Cablevisión, la empresa Fintech, que posee el 40 por ciento de esta última, la cuestionó con dureza por considerar que la erogación acordada perjudicará a los accionistas minoritarios de la empresa de cable. “Lo problemático acá es el tema de concentración de redes que se da, lo cual habilitaría la intervención de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia”, evaluó Peñafort al señalar que la compra de Nextel por parte de Cablevisión se suma a las redes físicas de cableoperador, el tendido privado de fibra óptica más importante del país. Asimismo, por la sociedad de la empresa del Grupo Clarín con Fintech, fondo de inversión encabezado por el mexicano David Martínez que compró todo el paquete accionario de Telecom Argentina, la firma también está relacionada a los tendidos de redes físicas y los de redes móviles de Personal. Precisamente desde Fintech cuestionan la operación concretada por sus socios ya que consideran que Nextel no es una firma rentable. Consideran que la puesta a punto de empresa requeriría una fuerte inversión que no justifica el desembarco de Cablevisión.

“Hace rato que el Estado no permite este avasallamiento de las corporaciones empresarias, así que no hay ninguna chance para que un grupo que debe achicarse y dividirse se amplíe y aumente la concentración económica”, concluyó Sabbatella al referirse a la todavía pendiente adecuación a la ley de medios del Grupo Clarín.