La renuncia del juez Carlos Fayt reabrió la discusión política sobre la situación de la Corte Suprema de Justicia y la composición de cinco miembros que, según la ley vigente, debe tener el máximo tribunal. Si bien la dimisión del magistrado se efectivizará el 11 de diciembre, un día después de que finalice el mandato de la presidenta Cristina Fernández, la atención ya volvió a concentrarse en la Casa Rosada y el Senado nacional, por donde deben pasar las designaciones. Opositores como Mauricio Macri anunciaron que no anticiparán propuestas propias ni acompañarán el nombramiento de ningún reemplazo mientras dure este gobierno. Sin embargo, fuentes del kirchnerismo no cerraron la puerta a que exista alguna novedad antes del inicio de la próxima gestión. En el entorno de Daniel Scioli, por lo pronto, se limitaron a decir que el gobernador bonaerense “es muy respetuoso de las instituciones” y recordaron que al momento de producirse la renuncia de Raúl Zaffaroni, el candidato del FpV se expresó a favor de que la Corte funcione con todos sus integrantes. Mientras tanto, en la Cámara alta continúa pendiente de tratamiento el pliego de Roberto Carlés, que hasta ahora no lograba el consenso suficiente para su aprobación.

“La biblioteca está dividida. La gran discusión es en qué momento se produce la vacante, si es a partir de que se presenta la renuncia o de que se hace efectiva”, señala a Página/12 un hombre fuerte del FpV en el Senado. La pregunta se genera porque el decreto que dictó Néstor Kirchner en 2003 y que reguló el procedimiento de nombramiento de los jueces de la Corte Suprema establece en su artículo 4 que “producida una vacante” el Poder Ejecutivo tiene la obligación de proponer un candidato para el cargo “en un plazo máximo de 30 días”. Eso sucedió tras la jubilación de Zaffaroni, que cumplió 75 años el año pasado y presentó su renuncia el 31 de octubre, “con efecto a partir de 31 diciembre”. El 28 de enero último el ministro Julio Alak anunció el envío del pliego de Carlés al Senado.

Pero más que la discusión jurídica son los tiempos políticos los que dificultan la apertura del proceso para cubrir esos cargos antes del 10 de diciembre. “Antes de la primera vuelta seguramente no va a haber novedades, pero quizás sí después”, deslizó a este diario otra fuente parlamentaria del kirchnerismo. En el FpV entienden que ningún dirigente opositor va a querer hacer un acuerdo político con el kirchnerismo en medio de la campaña, pero, en caso de que haya un triunfo del oficialismo en primera vuelta no sería necesario esperar hasta que se concrete el retiro de Fayt. Además, agregan que la posibilidad de cubrir dos cargos facilitará las negociaciones para lograr los 48 senadores que requiere la aprobación del pliego.

Las declaraciones públicas de Macri dejaron marcada su estrategia: “Hasta que se haga efectiva la renuncia no hay que manejar ningún nombre”, afirmó el candidato de Cambiemos. El presidente de la UCR, senador nacional y socio de Macri, Ernesto Sanz, acompañó esa postura. “El próximo gobierno, con la legitimidad que obtenga con el resultado de las elecciones de octubre, tendrá el derecho de nominar a su reemplazante para lo cual, sea quien sea el que gane, tendrá que conseguir los dos tercios acordando con la oposición”, aseguró Sanz, derrotado en las PASO. Para el titular del Comité Nacional “el mismo criterio vale también para la vacante de Zaffaroni”.