Subejecución, endeudamiento y contrataciones directas. Esas son las tres características que describen al gobierno de Mauricio Macri según un informe de La Fábrica porteña, el think tank del kirchnerismo en la ciudad. El relevamiento, basado en datos oficiales de la gestión PRO, advierte que el año pasado se dejaron sin gastar 2158 millones de pesos disponibles para obras de infraestructura y que el endeudamiento creció exponencialmente: en 2007, la deuda per cápita era de 199 dólares; actualmente, por cada porteño se deben 740 dólares. Según un relevamiento de la comunera Julieta Costa Díaz, el 69 por ciento de las compras del año pasado se hicieron sin licitación pública. En particular, la pauta publicitaria fue asignada a radios comunitarias que niegan haber recibido esa cantidad de dinero: el faltante supera los 9 millones de pesos. “Con esta metodología es como después aparecen pautas publicitarias millonarias que no existen o que se usan para beneficiar a amigos y, al mismo tiempo, se desfinancian o subejecutan la salud y la educación”, afirmó el ministro de Trabajo y legislador electo, Carlos Tomada.

El informe de La Fábrica porteña releva las distintas auditorías que hicieron sobre las cuentas de la Ciudad a lo largo de los últimos años. E identifica tres características centrales de las finanzas PRO.

1 Subejecución. Una variable que acompañó a Macri en sus años como jefe de Gobierno: la subejecución de las partidas sociales. En concreto, el informe indica que en 2014 el gobierno de Macri dejó sin gastar el 8 por ciento del presupuesto. Son más de dos mil millones de pesos que podrían haber ido a obras públicas. Desde 2007, las obras destinadas a agua potable y alcantarillado perdieron un 10 por ciento de la participación sobre el total. En 2014 se subejecutaron en un 14 por ciento.

A la subejecución se suman las reasignaciones de partidas que La Fábrica denunció a lo largo de los años: entre otras, los 5 millones de pesos que le quitaron en 2013 a las villas para arreglar el zoo porteño, concesionado a un privado, o los 40 millones que les recortaron a los hospitales para destinarlos a publicidad oficial. O los 7 millones que se les restaron a los programas destinados a las villas y que, en parte, terminaron financiando los desfiles de moda que conduce Julieta Spina, la cuñada de Horacio Rodríguez Larreta. “Esto expresa el verdadero sentido de su proyecto: la transferencia de recursos de los más vulnerables a los más privilegiados. Algo que venimos señalando hace tiempo”, advirtió Tomada a este diario.

2 Endeudamiento. La deuda externa porteña pasó de 574 millones a 2138 millones de dólares. “La variación de la relación entre el Producto Bruto Geográfico y la deuda porteña es la misma que la de Grecia”, indica el informe. Lo llamativo es que, con tal entrada de dinero, no creció la inversión de capital (obra pública): en 2007, representaba el 18,8 por ciento del presupuesto; este año, es el 15,3 por ciento. En cambio, el pago de los intereses de la deuda representará este año el 2,83 por ciento del presupuesto, el doble que cuando llegó Macri.

3 Contrataciones directas. Lejos de ser una excepción, son la regla. El informe de La Fábrica recuerda el relevamiento de la comunera Costa Díaz: 69 por ciento de las compras del gobierno porteño el año pasado fueron por contrataciones directas o por licitaciones privadas. La explicación de esto, advierten, proviene del aumento de los topes para contrataciones sin licitación (dos millones de pesos, el más alto del país) y del uso de dos decretos que permiten contratar por montos mayores en casos de emergencia: el 556/10 y el 752/10, que modifica el primero.

El decreto 556, firmado por Macri, establece que se puede saltear la licitación en caso de “operaciones impostergables”. El 752/10 fija como tope los 4 millones de pesos para ministros y jefe de Gabinete, en dos 2,5 millones para secretarios y subsecretarios, y en 300 mil pesos para directores generales. También permite extender los gastos de contratos existentes. La Fábrica porteña plantea como ejemplo de esto los contratos de seguridad privada: por una licitación, se contrataron empresas de seguridad privada por casi 600 millones de pesos. Pero, además de eso, cada área contrató empresas de seguridad por un monto total de 1491 millones de pesos entre 2008 y 2013.

En tanto, el legislador porteño Fernando Muñoz hizo un extenso relevamiento del Boletín Oficial y encontró que en el último año se hicieron 700 contrataciones usando el decreto 556/10 por un total de 230 millones de pesos. Se utilizó –como informó Página/12 en marzo de este año– para contratar a un grupo de empresas para el recital de Violetta. Las compañías compartían accionistas, gerentes y tres de ellas tenían la misma dirección. El Ministerio de Seguridad también utilizó el mecanismo de urgencia para comprar catering (100 mil pesos), mientras que el de Cultura lo usó para comprar frutas (28.910 pesos), para imprimir 50 banners (18.500 pesos) o para contratar promotoras entre agosto de 2014 y marzo de este año (1.791.840 pesos). Para esto último, contrató a AM Publicidad, una empresa que ya estuvo investigada por contrataciones irregulares cuando Mario Das Neves gobernaba Chubut. Como informó este diario, el mecanismo de emergencia también fue usado por la funcionaria Paula Uhalde para contratar un “relevamiento etnográfico sobre el modelo mental de los vecinos” (549.356 pesos). Muñoz advirtió que “el macrismo utiliza esta herramienta para evadir los controles estatales”.