De campaña por las provincias del noroeste, el candidato presidencial de UNA, Sergio Massa, cargó contra los “punteros que toman de rehenes a quienes reciben un plan social” y “los gobiernos feudales” que a través de la ayuda social “crearon una maquinaria electoral”. Acompañado por su candidato a vice, el salteño Gustavo Sáenz, Massa arribó primero a Santiago del Estero, donde lo esperaba el intendente de La Banda y candidato a diputado Pablo Mirolo, para luego pisar suelo tucumano, donde cerró una frenética jornada con un acto en la capital de esa provincia junto a Gerónimo Vargas Aignasse. “El 25 de octubre se define entre cultura de trabajo o de planes sociales”, disparó.

“No quiero más argentinos rehenes de los planes”, dijo Massa en la primera parada de su gira de ayer, en Santiago del Estero. El tigrense inició su recorrido con una caminata por la plaza Libertad, de la capital santiagueña, y continuó con un acto al caer la tarde en La Banda, territorio de Mirolo. “Los planes tienen que ser un puente hacia el trabajo, no un modo de vida como es hoy –apuntó–. Vamos a controlar los planes y a ayudar a los que realmente lo necesitan, terminando con la dependencia de los punteros políticos que generó este gobierno”.

Ya en Tucumán, por la noche, subido al escenario montado en la Plaza Independencia, Massa prometió el 82% móvil para jubilados, eliminar el Impuesto a las Ganancias y políticas para el sector azucarero. Como viene haciendo últimamente, resaltó las figuras del gobernador cordobés Juan Manuel De la Sota y el economista Roberto Lavagna, con quienes dijo que va a gobernar. “Con la experiencia de dirigentes como De La Sota y Lavagna vamos a poner al país en marcha”, dijo.

Luego de afirmar que está en condiciones de superar a Macri y ocupar el segundo lugar en octubre, el candidato de UNA sacó a relucir sus propuestas contra la violencia de género, que van desde “una tobillera electrónica para los agresores” hasta “una pensión de 36 meses para la víctima, que pagará la Anses sobre la base del patrimonio del agresor”. “Conmigo, todos los argentinos en condiciones de trabajar van a tener un trabajo digno. Quiero devolverle el orgullo a los más humildes para que no dependan de nadie”, insistió Massa en el cierre, abrigado con un poncho.