El candidato a presidente del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, continuó ayer con la tarea de revelar los nombres de su gabinete en caso de ganar las elecciones. Tal como anticipó Página/12, confirmó que el polémico Ricardo Casal será su ministro de Justicia en la Nación, tal como lo viene haciendo en la provincia de Buenos Aires desde 2007. “Por toda la confianza que le tengo y por el trabajo que viene haciendo, en caso de que alcance la Presidencia, Casal va a ser ministro de Justicia”, avisó Scioli.

El gobernador bonaerense no baja el ritmo de sus anuncios, que en los últimos días vienen siendo diarios. Ya van quedando pocos casilleros de su gabinete por develar. Varios de ellos son integrantes de su círculo de confianza y vienen trabajando con él desde hace años en la administración bonaerense. El jefe de Gabinete, Alberto Pérez; la ministra de Economía Silvina Batakis, y el ministro de Salud, Alejandro Collia, integran este grupo de funcionarios ya confirmados que pasarán de la provincia de Buenos Aires a cumplir las mismas funciones a nivel nacional. A este grupo se sumó ayer Casal.

Desde que en 1988 fue nombrado director provincial de Justicia, Ricardo Casal formó parte de todos los gobiernos del peronismo bonaaerense en diferentes funciones. Con la llegada de Scioli pasó a ocupar el Ministerio de Justicia desde donde impulsó varias reformas al Código Procesal Penal para, por ejemplo, limitar las excarcelaciones o crear un registro de condenados por delitos sexuales. En mayo de 2010, Scioli decidió desplazar al fiscal Carlos Stornelli como ministro de Seguridad y fusionar esa cartera con Justicia bajo la órbita de Casal. Tres años después, el gobernador volvió a desdoblar los ministerios, con Casal ratificado a cargo de Justicia y el intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, al frente del área de Seguridad, esquema que se mantiene hasta hoy. Casal protagonizó repetidos enfrentamientos con los organismos de derechos humanos, en particular con la Comisión Provincial de la Memoria, tanto por su política penitenciaria como por su relación con la Policía Bonaerense. En 2011, tras un duro choque, la CPM consideró que su gestión “era la expresión acabada de la mano dura y de impunidad para la concepción institucional de las fuerzas policiales y penitenciarias”.

En una entrevista que dio el jueves, Casal aseguró que los delitos violentos habían “decrecido sustantivamente” en la provincia de Buenos Aires y que la sociedad verá “cambios sustantivos” en ese materia a nivel nacional si Scioli llega a la Casa Rosada.