Sábado, 24 de octubre de 2015 | Hoy
EL PAíS › EL REPRESOR CARLOS LUIS MALATTO PODRIA SER ENJUICIADO EN ITALIA
El ministro de Justicia italiano, Andrea Orlando, dispuso que se proceda contra Malatto por los delitos de lesa humanidad que cometió durante la dictadura. El represor había conseguido evadir los procesos judiciales abiertos en su contra en la Argentina.
Por Elena Llorente
Desde Roma
El creyó probablemente que, por ser también italiano, iba a poder escapar. Y en 2014 pareció que eso iba a ser posible, luego de la decisión de la Corte Suprema italiana que rechazó el pedido de extradición presentado por la Justicia argentina. Pero Carlos Luis Malatto, nacido en Buenos Aires, que prestó servicios como teniente coronel en el Regimiento de Infantería de Montaña 22 en San Juan y luego estuvo en Mendoza y está acusado de delitos de lesa humanidad, ahora podría ser procesado en Italia por esos mismos delitos, gracias a una decisión del ministro de Justicia Andrea Orlando. “Que se proceda en relación a Malatto Carlos Luis, nacido en Buenos Aires (Argentina) el 22 de octubre de 1949, por los delitos cometidos en Argentina entre 1975 y 1977”, dice la resolución del ministro en la copia a la que tuvo acceso Página/12.
Malatto está acusado de haber participado en la desaparición, torturas y/o la muerte de al menos cuatro personas que fueron secuestradas en San Juan: Angel José Alberto Carvajal, Juan Carlos Cámpora, Jorge Alberto Bonil y Marie Anne Erize. Los tres primeros, argentinos; la cuarta, francesa. Carvajal fue secuestrado el 29 de julio de 1977 y murió en la cárcel el 18 de agosto a causa de las torturas y malos tratos. Se quiso hacer pasar su muerte por un suicidio, pero la autopsia demostró otra cosa. Cámpora, que fue el primer rector de la Universidad provincial Domingo Faustino Sarmiento que daría origen a la Universidad Nacional de San Juan, fue secuestrado el 25 de febrero de 1977. Bonil, que estaba haciendo el servicio militar en el RIM 22, desapareció el 28 de febrero de 1977. Erize, modelo y luego militante de Montoneros, fue secuestrada el 15 de octubre de 1976. Se había trasladado de Buenos Aires a vivir a San Juan, luego del arresto de su compañero Daniel Rabanal, también de Montoneros.
La decisión del ministro italiano abrió la puerta para el proceso contra Malatto, que acaba de cumplir 66 años, luego de la denuncia presentada por 24 Marzo Onlus, una organización no gubernamental que ha promovido en Italia numerosos juicios contra militares latinoamericanos acusados de delitos de lesa humanidad. “Nosotros presentamos la denuncia contra Malatto en julio a la jueza Tiziana Cugini, que se ocupa también del proceso Cóndor que se está haciendo en Roma –explicó a Página/12 Jorge Ithurburu, representante legal de 24 Marzo Onlus–. Pero para poder proceder contra Malatto la jueza debió pedir la autorización del ministro dado que se trata de delitos cometidos en Argentina. Y ahora empieza la fase de la instrucción, es decir que durante un año o más, deberemos reunir las pruebas para presentarlas a la Justicia”. Según algunos abogados, el juicio contra Malatto estará separado del proceso por el Plan Cóndor que ya se está realizando en Roma. 24 Marzo Onlus está tratando de definir ahora la lista de familiares y testigos de San Juan que podrían venir a declarar a Roma. Recién después de la fase de instrucción, los jueces decidirán si Malatto merece ser procesado o no.
Malatto se hizo famoso en Italia luego de un artículo publicado por Il Corriere della Sera, luego de la decisión de la Corte Suprema que negó su extradición. Entonces estaba viviendo en la Iglesia de San Giacomo Apostolo, cerca de Génova, donde el cura José Galdeano, también argentino, lo alojaba. Galdeano dijo después que no sabía que era un torturador.
Malatto tenía de superior al jefe de Inteligencia del RIM 22, Jorge Antonio Olivera, quien fue condenado a cadena perpetua en 2013 y se escapó del Hospital Militar de Buenos Aires donde supuestamente estaba siendo tratado. En el año 2000, Olivera había sido detenido y encarcelado en Italia, por un mandato de captura de la Justicia francesa a causa del caso Erize. Olivera duró muy poco en la cárcel italiana gracias a la asistencia de un abogado y miembro de la Logia Masónica P2 de Licio Gelli, Augusto Sinagra, el mismo que ahora defiende a Malatto. El teniente coronel Malatto siguió los pasos de su superior y se escapó también de Argentina. De Mendoza donde vivía se fugó en 2011 a Chile aprovechando de su pasaporte italiano, y de ahí voló a Italia. Ese mismo año se dictó en su contra un pedido de captura internacional.
“Existe entre nosotros una gran preocupación”, dijo a Página/12 el sociólogo y profesor universitario argentino radicado en Roma, Claudio Tognonato. Recordó los vínculos de Malatto con Olivera y la P2 y advirtió que si la Justicia italiana no toma medidas, el represor podría fugarse. “Existen hoy unos 70 militares prófugos de la Justicia argentina. No queremos que Italia se transforme en un puerto seguro para esos militares, varios de los cuales pueden tener pasaportes europeos”, agregó el sociólogo. En ese sentido, destacó que Italia estuvo “implicadísima” con la dictadura y que la P2 tuvo una gran influencia en ambos países, y alertó sobre la posibilidad de que exista “otra red actual, vigente, que pueda ayudar a los militares que quieren escapar al exterior”.
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