Jueves, 3 de diciembre de 2015 | Hoy
EL PAíS › OPINIóN
Por Jorge Elbaum *
Claudio Avruj será el próximo secretario de Derechos Humanos de la Nación. Sus antecedentes son coherentes con el resto del gabinete, conformado por empresarios, CEO de multinacionales y actores de las ONG devenidos en puristas gestores del Estado. Todos ellos se autodefinen como la contracara de la “militancia” y buscan difundir una pátina aséptica y desideologizada orientada a invisibilizar sus biografías y naturalizar la verdad de sus decisiones futuras.
Claudio Avruj estudió la licenciatura en organización institucional en la Universidad Bar Ilan, cuyo propietario era Rubén Beraja, el mismo que hoy está siendo enjuiciado por encubrimiento en la causa AMIA. En dicha causa también se encuentra procesado el comisario Jorge “Fino” Palacios, primer titular de la Policía Metropolitana. Beraja no fue sólo el dueño de la universidad en la que estudió Avruj. Fue también quien lo designó como director ejecutivo de la DAIA en la década del 90, cuando el menemismo mantenía relaciones carnales con Estados Unidos y también con la DAIA. El director adjunto de Avruj de esa época era Alfredo Neuberger quien aparece en los Wikileaks como informante de la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires cuestionando al gobierno de Néstor Kirchner. (http://bit.ly/1uavplW) Neuberger, además, fue asesor de Enrique Mathov en su recordado período como secretario de Seguridad del gobierno de la Alianza, por el que fue procesado como responsable político por los asesinatos producidos por la policía en diciembre de 2001.
Durante su gestión como director ejecutivo de la DAIA, Claudio Avruj fue uno de los impulsores del premio honorífico que se entregó al comisario Palacios “por su compromiso en la Causa AMIA”. Dicha distinción se entregó a sabiendas que el comisario entorpeció allanamientos en las oficinas de Kenore Edul, pariente de Menem y vinculado a la denominada “Pista Siria”. Durante el mismo lapso en que se desempeñaba como director ejecutivo de la DAIA fue empleado de la Fundación Cree y Crecer, el think tank del macrismo en los primeros años del siglo XXI. Esa misma doble articulación le permitió intervenir como moderador en una recordada mesa de debate entre Filmus y Macri en la que benefició escandalosamente a su empleador, candidato a Jefe de la Ciudad. Avruj fue quien recomendó al Fino Palacios a Macri para su nominación como jefe de la Metropolitana. Cuando la empresa de Fino Palacios y Ciro James, dedicada a las escuchas telefónicas, se convirtió en un hecho público, Macri se justificó afirmando que consultó al Mosad y al FBI acerca de la conveniencia de la designación del Fino. Quien medió para las consultas con los organismos de inteligencia extranjeros fue Claudio Avruj.
En 2007, Avruj dejó la dirección ejecutiva de la DAIA para asumir como director de Relaciones Institucionales del Gobierno de la Ciudad. La desvinculación con la DAIA incluyó una comisión investigadora conformada por integrantes de su Consejo Directivo, orientada a relevar sus manejos económicos financieros en su rol de director ejecutivo. Entre las dimensiones investigadas –y no divulgadas para evitar el escándalo– figuraban la edición de materiales gráficos con sobreprecios, faltantes informáticos y “arreglos” de indemnizaciones con empleados a su cargo.
Su asunción, tiempo después, como subsecretario de Derechos Humanos de la Ciudad incluyó la disolución del área de violencia de género y el vaciamiento de recursos destinados al Parque de la Memoria, ubicado frente al Río de la Plata. Siendo subsecretario de Derechos Humanos, asumió la presidencia del Museo de la Shoá (Holocausto) con claras intenciones de posicionarse como candidato a la presidencia de la DAIA. Su vicepresidente en el museo de la Shoá fue Guillermo Yanco, actual pareja de la Piba, Patricia Bullrich. Ambos, Avruj y Yanco, administran una agencia de noticias, –Vis-A-Vis– dedicada a la temática de la colectividad judía, financiada en su totalidad por publicidades del Gobierno de la Ciudad.
La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación fue dirigida por un abogado perseguido por la dictadura militar, fuertemente comprometido con las banderas de Memoria, Verdad y Justicia. Luis Eduardo Duhalde fue sucedido por el hijo de militantes populares desaparecidos Martín Fresneda, fundador de la agrupación HIJOS de Córdoba. Ahora el despacho de secretario será ocupado por un berajista que participó en la organización de la marcha del 18 de febrero, junto a Waldo Wolff y Sergio Bergman. Coherente con esos antecedentes, su primer pedido a las autoridades salientes de la secretaría fue solicitar el currículum de todos los empleados del organismo. Derechos torcidos. Muy torcidos.
* Presidente del Llamamiento Argentino Judío. Sociólogo y periodista.
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