Néstor Leonardo, ex cuñado de Mauricio Macri, pidió que el Presidente sea enviado a juicio oral y público en la causa de las escuchas en la que está procesado. Su abogado presentó un escrito ante el juez federal Sebastián Casanello. Esta presentación se sumó a la de Sergio Burstein, familiar de una víctima del atentado a la AMIA, quien también solicitó que Macri sea enjuiciado en proceso oral y público. Por su parte, el fiscal Jorge Di Lello dictaminó que había que sobreseer a Macri. Burstein y Leonardo fueron dos de los damnificados por las escuchas ilegales que se investigan en la causa.

El juez Casanello ya le corrió traslado a la defensa de Macri para que presente su contestación a las acusaciones y luego el magistrado quedará en condiciones de resolver si manda al Presidente a juicio o lo sobresee. Antes de esa resolución se espera que la sala I de la Cámara Federal resuelva una recusación que Burstein presentó contra Casanello, dado que acusó al magistrado por posible prejuzgamiento. A su criterio, en los medios el juez anticipó su intención de sobreseer al actual presidente de la Nación. La Cámara Federal citó para el martes a una audiencia para tratar el planteo y luego quedará en condiciones de resolver.

En la causa por las escuchas ya fueron enviadas a juicio oral 11 personas, entre ellas el ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge “Fino” Palacios, el ex ministro de Educación porteño Mariano Narodowski y el ex agente de inteligencia Ciro James. Todas están acusadas de formar parte de una red, en términos jurídicos una asociación ilícita, que desde el gobierno porteño intervenía ilegalmente teléfonos celulares. El juez Casanello realizó las medidas de prueba pendientes y semanas atrás dio por cerrada la investigación para resolver si envía o no a Macri a juicio.

Leonardo integra la lista de las ocho personas espiadas por esa organización descubierta en septiembre de 2009, en la cual James armaba causas falsas en Misiones. Junto a policías de esa provincia les pedían órdenes judiciales a los magistrados de Posadas para intervenir los teléfonos y, de esa manera, concretaba las escuchas usando el aparato del Estado porteño. Desde el inicio del caso, Leonardo acusó por las pinchaduras a la familia del jefe de Gobierno de la Ciudad y dijo en el juzgado de Norberto Oyarbide que todo el choque con los Macri tenía como eje una dura disputa en la que, según él, el dinero era la cuestión central. Sin embargo, todo indica que James trabajaba a las órdenes de Palacios, quien fue llevado y sostenido por Mauricio Macri tanto como jefe de seguridad de Boca Juniors y luego como titular de la Policía Metropolitana. El 11 de noviembre de 2009, al día siguiente de su declaración, Leonardo fue víctima de lo que su abogado llamó “un atentado”: cuando llegaba a su casa junto a una sobrina fue baleado por desconocidos. La agresión se produjo sin que mediara palabra alguna, cuando Leonardo llegaba a una de sus viviendas, en Ituzaingó. Mientras en el juzgado y en el entorno del agredido hablaban de atentado, desde la jefatura de Investigaciones de la Policía Bonaerense mencionaban la posibilidad de un intento de robo.

A principios de este mes, Sergio Burstein se había pronunciado en la causa en el mismo sentido que Leonardo, al exigir que Macri sea llevado a juicio oral. “Debería ir a juicio de una vez por todas y no ser salvado por una medida judicial cargada de tinte partidario y político”, se había quejado en ese momento en diálogo con este diario. “Con todo lo investigado hay pruebas suficientes, el armado de todo lo sucedido fue (el fallecido fiscal) Alberto Nisman, quien procesó a Macri y para quien alcanzó la prueba, tanto como para los siete jueces que lo confirmaron después”, describió Burstein.