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La Central de Trabajadores Argentinos difundió un comunicado de repudio al atentado del 20 de diciembre, en el que reclamó al Gobierno y a la Justicia que investigue quiénes pusieron la bomba que estalló en la Plaza de Mayo hiriendo a 23 personas. El texto refleja el malestar existente dentro de la CTA con Luis D’Elía, quien se refirió al estallido como un “posible autoatentado” para deslizar luego sus sospechas sobre Raúl Castells y Néstor Pitrola quienes –siempre según D’Elía– “están necesitando un muerto”.
El comunicado no mencionó al dirigente piquetero, pero en una alusión a sus declaraciones criticó “los operativos ideológicos” que “intentan justificar la construcción de una Argentina del ‘orden’ y criminalizar la protesta social”.
“No estamos bien con D’Elía, vamos camino a una situación compleja con la Federación de Tierra y Vivienda”, definió a Página/12 un integrante de la conducción de la Central, para quien el piquetero “se pasó a un oficialismo exacerbado”. En la CTA lo cuestionan además por tener “actitudes macartistas” hacia sus competidores en el movimiento de desocupados, con reacciones más propias de un comisario que de un referente social.
La irritación acumulada se expresó abiertamente en la última reunión de la mesa nacional de la CTA, donde le pidieron a D’Elía que se retractara públicamente de sus dichos, cosa que el dirigente se negó a hacer. Después de una discusión que varios de los concurrentes calificaron como “fuerte”, sus pares se abstuvieron de sancionarlo, pero redactaron un texto para tomar distancia.
“La Mesa Nacional de la CTA, reunida en plenario, repudia el atentado perpretado el 20 de diciembre en Plaza de Mayo que dejara el saldo lamentable de veinticinco compañeros heridos. Considera también que resulta indispensable esclarecer a fondo las características y las responsabilidades de tamaña provocación, entendiendo que el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial disponen de todos los elementos, como por ejemplo filmaciones, que permitirían alcanzar la verdad y consecuentemente impartir justicia.”
“Además de castigar a los responsables del delito, hay que neutralizar los operativos ideológicos, políticos, económicos y también violentos que intentan justificar la construcción de una Argentina del ‘orden’ y criminalizar la protesta social, cristalizando la pobreza, la desocupación y la falta de futuro para nuestro país”, dice el documento acompañado de la firma de Víctor De Gennaro.
D’Elía es secretario administrativo de la mesa nacional de la Central. En el último congreso sindical buscó sin éxito instalar a su organización como el único espacio piquetero de la CTA, en un intento destinado a eliminar a sus adversarios internos. Su posterior alineamiento con el kirchnerismo le facilitó el acceso a más beneficios para su agrupación. Al mismo tiempo fue perdiendo apoyos internos. En los actos del último 19 de diciembre, varias columnas de desocupados marcharon con la CTA Capital y con los gremios bonaerenses, en lugar de concurrir al acto convocado por él en la cancha de Atlanta.