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El oficialismo de la Cámara de Diputados no moverá un dedo para avanzar en la derogación de la Reforma Laboral hasta tanto no llegue un proyecto del Ejecutivo. Esto no evita que las especulaciones existan y los diputados del PJ creen que ese texto recién aterrizará en el cuerpo en febrero. Mientras tanto, las distintas centrales de trabajadores han comenzado a hacer sentir su presión ante el gobierno nacional para que la polémica norma llegue a su fin. El lunes la CTA que conduce Víctor De Gennaro, le pedirá al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que derogue la norma de inmediato.
En la Cámara baja el PJ está de acuerdo en derogarla. El jefe de la bancada, José María Díaz Bancalari insistió incluso en la conveniencia de reemplazarla con una nueva que reconstruya los derechos laborales perdidos por los trabajadores a través de las leyes de flexibilización.
Sin esperar que los legisladores se pongan a trabajar, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA)se reunirá con Tomada para plantearle la “necesidad imperiosa” de anular la ley laboral. Con esta reunión, el ministro Tomada cerrará una serie de encuentros con las centrales sindicales. La primera fue con la CGT de Hugo Moyano, quien tuvo una posición similar a la de De Gennaro. Luego fue el turno de la CGT de Rodolfo Daer, ésa que acompañó con entusiasmo la ley que echó por tierra los derechos que sus representados obtuvieron tras años de luchas.