En su estilo, la conducción de la Iglesia Católica dio ayer nuevas señales de apoyo a los reclamos de las centrales gremiales en defensa de las fuentes laborales. “El trabajo es sagrado y la inequidad es una ofensa al creador”, sostuvo el titular de la Pastoral Social, Jorge Lozano, durante una ceremonia religiosa realizada ayer por el Día del Trabajador de la que participó el secretario general de la CGT, Antonio Caló, y en representación de la CTA, Carlos Custer.

Días atrás, la Comisión de Pastoral Social del Episcopado compartió un almuerzo con los representantes de las centrales obreras en el que habían coincidido en su preocupación por la situación generara en los últimos meses. Ayer, la comisión junto a la Acción Católica y la comisión de Justicia y Paz organizaron un encuentro por el 1º de Mayo, con énfasis en la necesidad de cuidar el trabajo.

“A través del trabajo se participa de la obra creadora de Dios”, sostuvo Lozano, quien exhortó a “pedirle a Dios que en nuestra Patria todos puedan ganarse el pan”. Consultado, el obispo manifestó que en la Iglesia existía preocupación “por ámbitos golpeados como la construcción, la siderurgia, el sector de vehículos y los empleados públicos”. Respecto al proyecto de emergencia ocupacional que se discute en el Congreso, sostuvo que no tenían una posición tomada, “no decimos si es bueno o malo, pero nuestro criterio central es cuidar el trabajo”. Por su parte, Caló confirmó que las centrales obreras participarán de la “semana social” que la Iglesia está organizando para este mes en Mar del Plata. Durante el encuentro de ayer se dio a conocer un documento elaborado por la Acción Católica, donde se manifestó que “nuestro papa Francisco nos ha enseñando que debemos decir no a una economía de la exclusión y la inequidad porque esa economía mata”.