“No me importa que me ataquen o me agredan por lo que pienso, pero no voy a tolerar ataques hacia mi persona que pretendan dudar de mi buen nombre, honor, ni de mi conducta”, señaló ayer el ex jefe de Gabinete Jorge Capitanich, desmintiendo la información que lo acusaba de una supuesta protección impositiva a los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López. “Desmiento categóricamente esta gigantesca operación de prensa montada con el solo fin de hacer daño”, agregó el intendente de Resistencia en un comunicado, respondiendo a la declaración de un funcionario de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que lo implicó ante el juez Sebastián Casanello.

“Soy una persona honesta y honrada y no voy a permitir ni que funcionarios inescrupulosos, ni que bandidos a sueldo ni que operaciones mediáticas pretendan amedrentarme”, destacó Capitanich en respuesta a la información publicada ayer en la tapa del diario La Nación. En la nota se menciona a un directivo del ente recaudador de impuestos, Jaime Mecikovsky, como el testigo que nombró a Capitanich como parte de los funcionarios del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner que habrían participado de supuestas maniobras para “evitarles problemas penales e impedir que el fisco les cobrara millones de pesos” a Báez y López.

“No me voy a callar las injusticias ni el estropicio que hace este gobierno apañado por las corporaciones sino que me da más fuerzas para luchar por mis convicciones”, agregó Capitanich en su descargo a la acusación, apuntando a los sectores de poder a los que se enfrentó el kirchnerismo durante sus doce años de gobierno.

Mecikovsky –que también involucró en su testimonio a Fernández de Kirchner, al ex ministro de Planificación Julio De Vido y al entonces titular de la AFIP, Ricardo Echegaray– se desempeñaba como subdirector general de Operaciones Impositivas de Interior hasta que fue reemplazado por Carlos Sánchez, un hombre de confianza de Capitanich. Sánchez fue apuntado por Mecikovsky ante Casanello como uno de los funcionarios que encabezó las maniobras para encubrir a los empresarios investigados. Capitanich reconoció que Sánchez formaba parte de su equipo y lo defendió, al señalar que había “colaborado en múltiples oportunidades con una conducta transparente”.

“Se advierte del testimonio del declarante que su operación es política y mediática porque no tiene ningún asidero ni obviamente pruebas”, afirmó Capitanich en su descargo y agregó que presentará una querella penal contra Mecikovsky “como corresponde por su testimonio falaz”. El ex gobernador chaqueño destacó que en su vida pública había tenido “una conducta clara y transparente”, que había sido atacado “falazmente en muchas ocasiones”, pero que había “respondido con mucha contundencia esos arteros ataques”. En la misma línea el jefe comunal de Resistencia agregó que no le importaba “que me ataquen o me agredan por lo que pienso, pero no voy a tolerar ataques hacia mi persona que pretendan dudar de mi buen nombre, honor, ni de mi conducta”.

El ex jefe de Gabinete anticipó que esta semana se presentará “en la indagatoria por la causa de Fútbol para Todos, donde no existe ninguna acción reñida con la ley durante mi gestión pero tengo que dedicar tiempo valioso en escritos judiciales”, dando a entender la persecución a la que se somete al kirchnerismo por tratarse de “maniobras arteras que persiguen fines cada vez más evidentes: poner fin a la gratuidad del fútbol”. El dirigente del PJ finalizó el escrito señalando al gobierno macrista y recordó que “‘Las ideas no se matan’ aunque muchos pretenden matar a quienes exponen ideas”.