EL PAíS
La supuesta firma de Cantarero debe someterse a nueva pericia
Gendarmería dictaminó que, con los actuales elementos, no se puede determinar si Cantarero firmó el “recibo” de las coimas. Debe hacer un cuerpo de escritura. Puede negarse.
Por Victoria Ginzberg
Los peritos de Gendarmería no pudieron establecer si la firma chica que aparece en el papel con los nombres de los legisladores que habrían cobrado coimas a cambio de aprobar la Ley de Reforma Laboral pertenece al ex senador Emilio Cantarero. Esta es la respuesta oficial que recibió ayer el juez Rodolfo Canicoba Corral, quien ya tenía previsto pedirle al salteño un “cuerpo de escritura” para agregar a los elementos con los que se pueden comparar los números que figuran en el documento que aportó a la investigación el “arrepentido” Mario Pontaquarto.
Según señalaron los peritos de Gendarmería, con los elementos aportados por la Justicia no se pudo llegar a una conclusión sobre los interrogantes que había planteado Canicoba Corral. Fuentes judiciales explicaron que se necesitan más “firmas indubitables” (muestras para comparar) para poder establecer con certeza lo que había preguntado el juez. El magistrado quería saber, entre otras cosas, la antigüedad del papel y si los números y el OK que figuran en el documento fueron escritos por Cantarero. Como las fichas policiales y del Senado no alcanzaron para eso –lo que había sido adelantado al juzgado oralmente–, Canicoba Corral tiene previsto solicitarle a Cantarero un cuerpo de escritura. La medida se haría el 8 de enero, cuando el ex senador sea indagado. Sin embargo, el acusado podría negarse a realizarla. Colaboradores del magistrado recordaron que aún se espera un informe del Senado para determinar si el papel que llevó Pontaquarto a la Justicia es del mismo tipo que el que se usaba en los despachos oficiales del Congreso en 2000.
El documento sobre el que se ordenaron las pericias es una hoja tamaño A4 un poco amarillenta que tiene como encabezado “senador de la nación” y en la que se había cortado la primera línea. Allí figuraba: “Choclo 300, Beto 200, Remo 200, Julio 100, Sager 50, De la Rosa, 50, Raijer 50, Gioga, Ver otros”. Los nombres estaban impresos y los números habían sido agregados a mano con un lápiz negro. Abajo había un OK, también en lápiz. Los apodos o apellidos corresponden a Augusto Alasino, Alberto Tell, Remo Constanzo, Julio San Millán, Hugo Sager, Carlos de la Rosa, Beatriz Raijer y José Luis Gioja.
Según testimonió Pontaquarto, ese “recibo” le fue entregado por Cantarero en su domicilio cuando él le dio los cuatro millones trescientos mil pesos provenientes de la SIDE destinados a los legisladores peronistas. Otros setecientos mil pesos –relató el ex secretario parlamentario– fueron para el radical José Genoud.
Genoud debía presentarse ante Canicoba Corral el próximo miércoles pero su audiencia fue pospuesta hasta el lunes 12, ya que el ex senador pidió una prórroga por razones de salud. El lunes 5 declarará como testigo Gladys Mota, la ex secretaria de Fernando de Santibañes que le habría entregado los cinco millones de pesos a Pontaquarto. La mujer sufrió un accidente que la dejó cuadripléjica y está bajo tratamiento médico. Actualmente se le están retirando parte de los remedios que se le suministran para que esté en condiciones de presentarse en el juzgado. Mota no podrá alegar razones de secreto de Estado para no contestar las preguntas del juez, ya que ayer se publicó en el Boletín Oficial el decreto por el que tanto ella como su ex jefe fueron relevados de esa obligación (ver aparte).
Cantarero y De Santibañes tienen que presentarse ante Canicoba Corral el 8 y 9 de enero respectivamente. Tanto ellos como Genoud serán interrogados como acusados del delito de cohecho, cuya pena es excarcelable. Es decir que, a menos que se cambie la carátula del expediente, no está previsto que queden detenidos hasta que se realice el juicio oral.