EL PAíS › ALFONSIN MINIMIZO LA DIMENSION DEL ESCANDALO
“Una costumbre que venía de atrás”
En el 2000 dijo que de ser cierto el pago de sobornos a un grupo de senadores para que éstos aprobasen la Ley de Reforma Laboral se retiraría de la política. Algunos de los que daban por sentada la existencia del hecho y que identifican a Raúl Alfonsín como el exponente de la política del bipartidismo, el acuerdo, y lo que por estos días el presidente Néstor Kirchner define como “el toma y daca”, festejaron por anticipado. Ayer para sorpresa de los que lo escucharon, el histórico líder del radicalismo relativizó las últimas denuncias diciendo que la compra y venta de leyes “desgraciadamente es una costumbre que venía de atrás”. Es decir, anterior a Fernando de la Rúa.
Eso y decir que los favores, sobornos, o dádivas fueron el motor que consiguió la aprobación de leyes durante los años de Carlos Menem en la Rosada es lo mismo. Durante el menemismo Alfonsín estuvo en el llano. Esto lo libera de la obligación que todo funcionario público tiene de denunciar cualquier delito del que se enterara. Por cierto, Alfonsín tampoco es un ciudadano más. Con sus vaivenes, su llegada al poder político, económico y social se mantuvo. También a la información que de el se desprende. Por lo tanto su definición tiene peso propio. Y no fueron pocos los radicales que venían repitiendo lo mismo durante los últimos días. Claro que antes de decir esto, calificó de “espantoso” y de “horrible” al caso de las presuntas coimas. También reclamó que la Justicia “investigue absolutamente todo”. En este punto dijo que “presume la inocencia (de De la Rúa) como de cualquier persona”.