Renunció el ministro de Justicia bonaerense, Carlos Mahiques, y fue velozmente reemplazado por Gustavo Ferrari, quien ocupaba el cargo de Asesor General de Gobierno. La versión oficial sobre la salida de Mahiques –que el ex ministro consignó en su carta de renuncia– fue que debía retomar su tarea como camarista de Casación, puesto que se le vencía el 10 de junio la licencia como juez. Otras fuentes del PRO indicaron a Página/12 que hubo poca sintonía con la gobernadora María Eugenia Vidal por falencias en la gestión. Su reemplazante es Ferrari, ex mano derecha de Francisco de Narváez, que se sumó al gobierno bonaerense en la época de Daniel Scioli.

Mahiques entregó ayer a Vidal su carta de renuncia, en la que le indica “la inminencia del vencimiento el próximo 10 de junio del plazo de la licencia otorgada por el Poder Judicial de la Nación –que integro como juez de la Cámara Nacional de Casación Penal– me persuaden de la necesidad de retomar la función a la que he dedicado más de cuarenta años de mi vida”. El funcionario renunciante no tuvo más que buenos deseos para Vidal: “En el lapso que usted me confió la conducción de la cartera de Justicia, mis esfuerzos estuvieron dirigidos fundamentalmente a gestionar para los bonaerenses un sistema judicial moderno, accesible y que responda en tiempo y forma a las necesidades de los vecinos de la provincia”, indicó. “Sentamos las bases de la impostergable reforma del Servicio Penitenciario Bonaerense, todos objetivos que usted seguramente en el afán de continuar construyendo una cultura de legalidad, concretará en los años venideros”, señaló.

Desde la Gobernación bonaerense, indicaron que la separación fue en buenos términos, aunque siempre surgen preguntas cuando renuncia un ministro. Aseguraron que no hubo absolutamente ningún problema con Mahiques, simplemente una cuestión técnica: se le vencía la licencia y no era seguro que la Cámara de Casación le aprobara una extensión. Era posible que pidiera que resuelva la Corte Suprema, que era improbable que se expidiera antes del 10 de junio.

Otras fuentes del PRO tuvieron versiones un tanto más picantes: un dirigente del macrismo con acceso a los Tribunales indicó a este diario que Mahiques tuvo “mala vibra con Vidal”. Otro funcionario, vinculado al Gobierno nacional, destacó que “se le vencía la licencia y nunca se terminó de acostumbrar al ritmo de la gobernadora”. Las versiones más duras provienen de La Plata y describen una virtual parálisis de la gestión. Indicaron que casi nunca se lo veía por su despacho en La Plata y que el Poder Judicial bonaerense tuvo una serie de conflictos en los que el funcionario no mostró su muñeca política. Nada de esto fue confirmado por la Gobernación.

Mahiques es un juez conocido por su perfil ultraconservador y católico. Cuando fue parte de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, generó controversia al oponerse a un aborto a una joven de 19 años con retraso madurativo que había sido violada por su tío. En 2014, el CELS y la entonces diputada Cecilia Merchán argumentaron en contra de su designación como juez de la Cámara de Casación. Advirtieron que hizo caso omiso de las denuncias por las violaciones a los derechos humanos en las cárceles bonaerense.

Con Mahiques fuera de la escena, el Ministerio de Justicia vuelve a tener a un dirigente que proviene de la política antes que de la familia judicial. “En la interna de los Angelici boys, el petiso Ferrari le ganó a Mahiques hijo”, sostuvo un versado macrista que conoce de las discusiones internas por los cargos. El hijo de Mahiques, de momento, continúa en su lugar en el Consejo de la Magistratura nacional.

El reemplazante que eligió Vidal es Ferrari, quien dejó otro cargo que retenía desde el gobierno de Scioli. Todavía no hay reemplazante en la Asesoría General de Gobierno. El dirigente inició su carrera política como hombre de confianza del empresario Francisco de Narváez. Fue su mano derecha durante su borrascosa carrera política que tuvo un abrupto parate cuando el candidato entró a una redacción y desmayó a trompadas a un periodista. Para ese entonces, Ferrari había llegado al gobierno de Scioli. Según explicó, ocupaba un cargo reservado para la oposición, pero otros señalaron que era parte de un acuerdo entre Scioli y De Narváez. Tras la victoria macrista, Ferrari consiguió seguir en el cargo. Ahora asumirá como ministro de Justicia de Vidal.

De la mano de su designación vino el cierre de un acuerdo con los judiciales, que hicieron sucesivas medidas de fuerza sin que Mahiques lograra llevar a buen puerto el conflicto.