EL PAíS
La interna piquetera se sumó a la pelea Kirchner-Duhalde
Aníbal Fernández negó que Duhalde estuviera detrás de las protestas de Raúl Castells, como había asegurado Luis D’Elía. El duhaldista Atanasof dijo que el Gobierno conduce “el partido piquetero”.
Por Diego Schurman
En un intento por separar la interna piquetera de la interna justicialista, Aníbal Fernández negó ayer que detrás de las protestas del “duro” Raúl Castells esté la mano de Eduardo Duhalde, como había asegurado Luis D’Elía, el referente del sector afín a la Casa Rosada. “No es cierto, no comparto ni por casualidad”, señaló el ministro del Interior, convencido de que llegó la hora de bajar al menos un decibel la pelea con el duhaldismo. No logró su cometido: el legislador bonaerense Alfredo Atanasof aseguró que el Gobierno “se ha convertido en el conductor del partido piquetero”.
Fernández es uno de los habituales voceros de Néstor Kirchner. Pero D’Elía rara vez habla en esos términos sin la venia de la Casa Rosada. Por eso las declaraciones del funcionario más que una desmentida oficial parecen haber buscado evitar un efecto búmerang de los dichos del titular de la Federación de Tierra y Vivienda. Pero no pudo ser porque el duhaldismo salió rápidamente a responder. “Parece mentira que desde el Gobierno se atrevan a hablar de vinculación política con los piqueteros. Nunca los movimientos piqueteros tuvieron tanto auge como en los últimos tiempos, y esto solo puede explicarse por la existencia de un gobierno nacional que los alienta y los prohija”, señaló Atanasof.
En rigor de verdad, D’Elía hace tiempo que vincula a Castells con el aparato bonaerense. Lo acusaba de responder al ex gobernador Carlos Ruckauf, a quien a la vez sindica de haber participado en la desestabilización del gobierno de la Alianza. Pero fue el lunes, durante la Primera Asamblea Nacional de Organizaciones Populares, cuando puso a Duhalde en el centro de su discurso, acusándolo de ser “uno de los que quiere que este nuevo proceso de acumulación no se profundice”.
Si bien D’Elía fue el único de los oradores que relacionó a Castells con el ex presidente, tanto los militantes de su Federación de Tierra y Vivienda como los de Barrios de Pie, del Movimiento de Trabajadores Desocupados Evita y del Frente Transversal Nacional y Popular de la CTA acompañaron la embestida contra el duhaldismo a través de sus cánticos, como el clásico “es para Duhalde que lo mira por TV”.
El dato más llamativo del acto “antiduhaldista” de Parque Norte –que hizo inevitable que se colara la interna justicialista– fue la presencia de tres funcionarios nacionales: los ministros Alicia Kirchner, de Desarrollo Social, y Carlos Tomada, de Trabajo, y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.
“No les doy rienda ni me interesa que los piqueteros apoyen puntualmente al presidente Kirchner”, señaló ayer Fernández, quitándole valor simbólico a esa fotografía. En cambio, se esforzó en dejar en claro que lo de D’Elía respecto a Castells corre por cuenta propia. “Yo no cuestiono lo que dice D’Elía, lo plantea con vocación. Pero no pienso como él respecto a Castells, a quien he ido a visitar varias veces cuando estuvo preso”, señaló el ministro a Página/12.
D’Elía habló de “la mano de Duhalde detrás de Castells” luego de que el titular del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados y otros piqueteros “duros” tomaran el viernes nueve locales de McDonald’s. Ese día, el Gobierno, a través de distintos ministros, cuestionó a los grupos, a los que calificó de radicalizados.
“Son sectores que tienen intereses político-partidarios y difícilmente quieran escuchar nuestra opinión”, señaló, por ejemplo, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Hubo otras caracterizaciones. Sobre los “duros”, el año pasado Kirchner dijo que eran la “izquierda sin voto”. Y Aníbal Fernández llegó a diferenciar entre los que ejercían una “protesta social lícita” y otra “ideológica”. Pero nunca nadie en el Gobierno los vinculó en voz alta a Eduardo Duhalde.