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Por I. H.

La Corte Suprema congeló las discusiones sobre la situación de Marina Schifrin, el primer caso de corte de ruta que llega al más alto escalón judicial. Desde la semana pasada, el tribunal intentaba apurar un fallo sobre el tema con miras a declarar prescripta la acción penal, pero quedó postergado para cuando asuman las nuevas juezas. Es por dos razones: no hay mayoría de votos entre los ministros para sacar una resolución y, además, creen poco oportuno expedirse ahora que la protesta social está en el candelero con las últimas manifestaciones de desocupados que llevaron al Gobierno a intentar judicializar el conflicto y a sectores empresarios a reclamar mano dura.
Schifrin, profesora de matemática, fue condenada por haber interrumpido el tránsito en Río Negro para defender la escuela pública en 1997. Un eventual fallo de la Corte sobre su caso influiría en la suerte de cerca de 4000 procesados sociales que hay en el país. La semana pasada, los supremos estaban resueltos a encarar el asunto, con intención de declarar extinguida la causa y librar a la docente de cargos. En los últimos días el escenario cambió y postergarán el desenlace.
Dentro de la Corte ahora hay dos posiciones empatadas. Enrique Petracchi, Carlos Fayt y Juan Carlos Maqueda son partidarios de declarar la prescripción. Augusto Belluscio, Adolfo Vázquez y Antonio Boggiano se inclinan por confirmar el fallo de la Cámara de Casación Penal, que halló a Schiffrin culpable con argumentos tales como que la única forma legítima de expresión del pueblo es el voto. Eugenio Zaffaroni está excusado porque antes de convertirse en juez del máximo tribunal criticó aquella resolución de Casación. Ayer, incluso, en declaraciones radiales Zaffaroni se pronunció contra la judicialización del conflicto social.
En cualquiera de las dos grandes posturas, no habría una definición sobre el tema de fondo, es decir, la legalidad del corte de ruta como método de protesta. Aun así y a pesar de no conseguir la mayoría de cinco votos necesaria para un fallo, prefieren posponerlo por razones más bien políticas. “No queremos que nadie nos malinterprete”, dijo un funcionario del alto tribunal en alusión a los sectores que más se irritan con las acciones de los piqueteros y también en referencia al Gobierno, que se muestra ambivalente.
Mientras los votos sigan tres a tres, tampoco alcanzará con la incorporación –el lunes próximo– de Elena Highton de Nolasco a la Corte. Habrá que esperar la de Carmen Argibay, que demorará un poco más. Para los expedientes sensibles el tribunal tiende a no designar conjueces. Así las cosas, prevalecerá la tendencia que viene cultivando el Poder Judicial y que apunta a culpabilizar a los desocupados y otras minorías empobrecidas.