EL PAíS
Los diputados quisieron darse el gusto de echar a Norma Godoy
El propio bloque justicialista decidió rechazar la renuncia de su par de bancada y se inclinaron por expulsarla de la cámara. Acusada de “desórdenes de conducta”, la bonaerense se transformó en la tercera legisladora echada desde 1983.
La justicialista Norma Godoy estaba anoche sumando un nuevo mérito a su currículum: la Cámara baja se encaminaba a rechazar su renuncia y directamente expulsarla. Acosada por el dictamen unánime de la Comisión de Asuntos Constitucionales que promovía su expulsión por “desórdenes de conducta”, el lunes había presentado su renuncia, pero sus compañeros de bancada decidieron abortar el intento. Primero el radicalismo y después el propio peronismo decidieron no allanarle el camino: insistieron con echar a la legisladora acusada, entre otras cosas, de robo de bebés.
La semana pasada la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara baja había resuelto por unanimidad la expulsión de la diputada bonaerense por “desorden de conducta en el ejercicio de sus funciones”. Rápida, la ex legisladora duhaldista se anticipó y el lunes renunció. Pero todavía le quedaba esperar la aceptación de su dimisión en el recinto.
En un primer momento, algunos diputados justicialistas habían quedado conformes con que el asunto de Godoy se terminara de una vez por todas. Sin embargo, otros compañeros de bancada decidieron a último momento negarle a la diputada el privilegio del despecho. “Sé que aquellos que me acusan carecen en este momento de calma y que sus conciencias se alborotan ante la falta que están cometiendo”, se indignó Norma Godoy en el texto que elaboró para presentar su renuncia.
Otro sector que no se conformó con la dimisión de Godoy fue la bancada radical, cuyos integrantes pretendían continuar con el juicio político.
Norma Godoy, o Hilda Ancarami, como prefirió llamarse por unos días, está acusada de manejos irregulares de 900 mil pesos de Adelantos del Tesoro de la Nación (ATN), aparece involucrada en dos causas por apropiación de niños y, para rematar su siempre desbocada forma de defenderse, apareció amenazando a dos periodistas del programa televisivo de investigación “Punto.doc”. “Ustedes se merecen que les den dos itakazos. A ustedes hay que cagarlos a tiros porque son unos hijos de mil putas”, les espetó a los conductores del programa.
El presidente de la comisión que se encargó de investigar los supuestos delitos cometidos por Godoy, el también justicialista Juan Manuel Urtubey, había declarado a Página/12 que “con la renuncia se modifica el panorama porque no podemos inhabilitarla o aplicarle otra sanción, que puede utilizarse en un juicio político, pero que no corre para los legisladores. Hay que aceptar la renuncia y, sin fueros, ya la investigará la Justicia”. Pero a la noche, en un plenario de diputados justicialistas presididos por su jefe Humberto Roggero, decidieron dejar caer a su ex compañera. Lo que hizo que de un día para otro los peronistas hayan cambiado de opinión y actuaran de manera directa contra la legisladora fue el rechazo de los diputados de las otras bancadas quienes desde siempre quieren ver sentada en el banquillo de los acusados a Godoy.
Con los radicales, los aristas y la izquierda en contra, los argumentos esgrimidos por Arturo Lafalla, Gerardo Conte Grand y el mismo Urtubey para rechazar la renuncia fueron suficientes para convencer a sus pares, y no se escucharon voces a favor de aceptar la renuncia presentada en la noche del lunes para evitar su expulsión. Es que para la mayoría de los diputados esa renuncia era tardía y se debía haber presentado hace quince días cuando la Comisión de Asuntos Constitucionales comenzó a debatir los proyectos de resolución que pedían su expulsión.
Godoy ingresó en la Cámara de Diputados en 1995 como integrante de la lista del justicialismo bonaerense y consiguió revalidar sus títulos en 1999, aunque desde hace mas de un año mantenía una relación conflictiva con sus pares del PJ, según confiaron voceros del bloque.
La investigación en la Justicia por el tráfico de niños había desatado la primera controversia con sus colegas del PJ cuando concurrió con Mariano Cúneo Libarona a explicar su situación en esa causa y Roggero expulsó al abogado de la reunión del bloque, recordaron fuentes del PJ. Pero lo que la terminó de hundir fue la difusión de una investigaciónsobre el manejo de los ATN para fundaciones de discapacitados y las amenazas a los periodistas.
Norma Godoy es la tercera diputada expulsada de la Cámara baja. El primero había sido el catamarqueño Angel Luque por haber afirmado que él hubiera hecho desaparecer el cuerpo de María Soledad Morales. Le siguió Eduardo Varela Cid por un pedido de coimas a una empresa de correos. Todos estos ex legisladores salieron de la cantera peronista, del cual fuero echados por sus mismos compañeros.