EL PAíS › ANOOP SINGH DEFINIO PUBLICAMENTE CUALES SON LAS EXIGENCIAS DEL FONDO MONETARIO
“La crisis más difícil que haya pasado un país”
El encargado del FMI para negociar un acuerdo con Argentina, Anoop Singh, convocó a una inédita y reducida rueda de prensa para compartir los reclamos que tiene el organismo. Detalló una a una las medidas que el Gobierno debe implementar para –luego de concretadas– recibir auxilio financiero. Ninguna de esas medidas se ocupa del brutal derrumbe del salario real.
Por Alfredo Zaiat
–El Fondo Monetario exige que se sinceren los precios de la economía, como las tarifas públicas de las privatizadas, el tipo de cambio con la flotación y la situación del sistema financiero terminando con el corralito. ¿Ustedes piensan que la caída del salario real forma parte de ese sinceramiento? –quiso saber Página/12, en la rueda de prensa con permiso para una única pregunta por medio en el inusual contacto con el jefe de la misión del FMI, Anoop Singh.
–Se debe fortalecer la red de protección social; los programas que ayuden a los pobres. Proteger a los que caen debajo de la línea de pobreza, que son muchos, de la mejor manera posible. Esto es un elemento claro e integral de nuestro programa, contestó.
Traducido a un lenguaje más directo significa que no forma parte del acuerdo que se está negociando con el Gobierno una política para detener el derrumbe de los ingresos. Sí la demanda de una estrategia oficial para contener a aquellos que son arrojados a la pobreza ante salarios reales que se pulverizan por una inflación galopante.
Singh reiteró en ese encuentro con un reducido grupo de periodistas las exigencias conocidas del Fondo, contenidas en un documento (ver aparte): primero un plan sustentable y luego la ayuda financiera; definir una política fiscal consistente; ajuste de las provincias; eliminación de las cuasimonedas, en referencia a los bonos provinciales; diseñar una política monetaria sólida; restablecer la confianza en el sistema bancario; crear incentivos que restablezcan la confianza de los inversores extranjeros, modificando la Ley de Quiebras y de Subversión Económica. Todo esto, según palabras de Singh, para superar “la crisis económica más difícil que haya experimentado un país”.
No tenemos plazos sino objetivos, podría resumir Anoop Singh su misión en Argentina, dejando abierta la definición del acuerdo a que el gobierno de Eduardo Duhalde avance en cada una de las medidas enumeradas.
Es la primera vez que un jefe de una delegación encargado de definir un préstamo al país brinda una conferencia de prensa, en el Ministerio de Economía, acompañado con gran parte de su equipo (John Thornton y Charles Collyns, entre otros) para explicitar sus reclamos. Estuvo presente Francisco Baker, el vocero del FMI para América Latina, coordinando el encuentro, junto a un equipo de traductores del mismo organismo. Resulta habitual que en las asambleas anuales y de primavera del FMI y el Banco Mundial se organicen reuniones entre periodistas y los responsables de las negociaciones con Argentina. Incluso, en el país se han organizado encuentros con integrantes de misiones del FMI, pero con el compromiso de mantener la reserva de la fuente, lo que en la jerga se denomina off the record. Pero nunca antes se había armado una conferencia como la de ayer, que puede significar mucho o nada, según cómo se quiera ver.
Singh remarcó que no hay una fecha para concluir con el acuerdo, que liberaría los millones de dólares necesarios para cumplir con el pago de los compromisos que vencen con el propio FMI. Tampoco quiso precisar ese monto, insistiendo con que primero se debe definir “el programa y luego se ven las necesidades de financiamiento”. Se ocupó en remarcar que “estamos en manos de Argentina”, o sea que todo puede ir bien si los argentinos se deciden a hacer lo que deben hacer. “Es Argentina la que tiene que generar un consenso en las medidas. Medidas que se tienen que implementar de inmediato para que haya una convicción de que el plan es creíble”, precisó.
En la única declaración en la que dejó filtrar cierta autocrítica por la actuación del Fondo en Argentina en los últimos diez años, Singh dijo “no podemos volver a fallar”. Detalló que, a diferencia de las misiones anteriores, está hablando con muchos más representantes de la comunidad.”Con muchos más que en cualquier otra gestión en otros países”, aclaró. Y agregó que “tenemos que aprender de las lecciones pasadas”. Es decir, si antes el Fondo daba abundante asistencia a la simple presentación de un programa por parte del gobierno argentino, avalado por los propios técnicos del organismo, ahora no desembolsará dólares hasta que se cumplan una y cada una de las medidas propuestas, reclamadas también por los técnicos del organismo.
En tono cordial contestó las doce preguntas, comenzando varias de ellas, casualmente o no, con un no. El Señor No respondió así:
- “No damos una tarjeta de puntuación”, cortó en seco, sobre cómo evalúa si ha habido avances en los pedidos formulados al equipo económico de Jorge Remes Lenicov.
- “No sabemos ni tenemos todas las respuestas”, esquivó así, en un gesto de falsa modestia, cuál es la perspectiva de crecimiento de Argentina. “Depende de la fortaleza del programa y de cuán rápido se recupere la confianza de los argentinos”, apuntó.
- “No hay tiempo que perder”, dijo al referirse a la necesidad de que los bancos se recapitalicen.
- “No hay margen para seguir emitiendo cuasimonedas”, advirtió a las provincias, recomendando que éstas deben cumplir con el pacto fiscal firmado con la Nación, por el cual se comprometen a reducir su déficit fiscal en un 60 por ciento en este año.
- “No es condición para firmar un acuerdo la liberación del corralito”, sentenció, para luego añadir que hay que crear las condiciones para abrirlo gradualmente y en forma ordenada.
- “No hay dudas de que el cobro de impuestos es deficiente”, afirmó, para luego informar que el Fondo tiene un plan para aumentar la recaudación de impuestos y que en los próximos días llegará al país un equipo de expertos del organismo para implementarlo (al respecto, no hubo tiempo de preguntarle a Singh si él comparte la idea del economista Rudiger Dornbush, que ha sugerido en un polémico escrito el desembarco de grupos de técnicos extranjeros para que manejen la economía).
- “No es fácil contestar eso”, indicó cuando se le insistió si el sistema financiero no está sobredimensionado para el mercado que quedará luego de superada la crisis.
- “No quiero hablar de fracaso”, contestó cuando se le inquirió qué puede pasar si el Gobierno de Duhalde no cumple con algunas de las medidas reclamadas.
A todos esos no, arriba ya se había mencionado otro par: que “no hay una fecha” para definir el acuerdo, y que “no podemos volver a fallar” con Argentina.
El único fallido que tuvo Singh fue cuando tuvo que responder si las recientes medidas impulsadas por el Banco Central para el sistema financiero se han tomado demasiado tarde. “Estamos –y se corrigió rápidamente–, están (por el BC) tomando medidas para el sistema bancario con el objetivo de que se recupere la confianza.” Para que no haya confusión en ese sentido de quién es quién, Singh lo dejó claro en su discurso previo a las preguntas: “Desde ya que es el gobierno, en conjunción con el pueblo argentino, el que debe lograr el consenso sobre el tipo de reformas económicas que se necesitan en este momento, y el que debe llevarlas a cabo”.