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El juez federal Claudio Bonadío va a citar a los dos traductores que presenciaron la reunión de Néstor Kirchner con los dirigentes de la comunidad judía, para preguntarles si hubo una información oficial de que se habían encontrado los 45 casetes de la AMIA. En el despacho del magistrado ayer estuvo el titular de la mutual Abraham Kaul, quien ratificó que escuchó al Presidente anunciar tal hallazgo. Kaul dijo que, durante el encuentro en la Casa Rosada, Kirchner habló de las grabaciones “como un comentario al pasar” y que él no había atinado a preguntar “cómo ni dónde” porque se sintió “totalmente bloqueado por el impacto de la noticia”. Mientras Kaul hacía estas declaraciones, el Gobierno reconoció por primera vez que Kirchner pudo haber cometido un error sobre el tema. “A lo mejor hubo una mala expresión; todos se pueden equivocar”, dijo el ministro del Interior Aníbal Fernández.
Bonadío hizo personalmente las preguntas durante las testimoniales, que incluyeron también al vicepresidente de la DAIA, Jorge Kirszenbaum, y al periodista de Página/12 Raúl Kollmann. El titular de la AMIA sostuvo que en la reunión con los dirigentes del Comité Judío Norteamericano, Kirchner “dentro de la conversación general, en un momento determinado dijo, palabras más palabras menos, ‘hemos hallado 45 casetes de las escuchas telefónicas’”. “¿Qué importancia se le dio al hallazgo de los casetes en la reunión?”, quiso saber el fiscal Carlos Cearras. Kaul contestó que “había muchos temas y el interés del comité pasaba por otra parte”.
Los 45 casetes de la polémica forman parte de un lote de 66 cintas grabadas en los días posteriores al atentado del 18 de julio de 1994, cuando agentes de la SIDE y de la Policía Bonaerense negociaban la entrega del entonces único sospechoso, Carlos Telleldín. Esta tratativa se hizo desde la casa del reducidor de autos, en la localidad de Villa Ballester, mientras Telleldín se encontraba en Misiones, hacia donde había escapado.
La causa de Bonadío no se ocupa del atentado, sino de las irregularidades cometidas durante la pesquisa. El expediente fue abierto a raíz de una denuncia del ex secretario del juez Galeano, Claudio Lifschitz. El hombre ya declaró sobre el tema y consideró que Kirchner fue víctima de una interna entre la SIDE y la Policía Federal, ya que según sus datos los casetes fueron “destruidos” hace muchos años por una orden que “vino de lo más alto del poder político”.
El juez citó a Kollmann porque, el domingo anterior a que Kaul anunciara en conferencia de prensa la aparición de los casetes, Página/12 publicó que existía la versión de que las cintas estaban por aparecer. Kollmann le dijo al juez que un alto funcionario del Gobierno se lo había contado “como un rumor instalado en la SIDE”. La versión señalaba que había hombres de la SIDE que estaban diciendo “que en cualquier momento iban a aparecer los casetes, de la misma manera que apareció la documentación del pago a Telleldín después de 9 años”.
Sin embargo, el lunes, cuando se hizo el anuncio fallido, el diario consignó que todos los funcionarios consultados sobre el tema desconocían que se hubieran encontrado: ni en la SIDE, ni en la Federal, ni en el Ministerio de Justicia, ni los jueces, ni Memoria Activa tenían noticias de ellos. Por eso Kollmann le dijo al juez que su convicción es que “por lo menos hasta el lunes nadie los había encontrado y que es muy probable que el rumor tuviera que ver en realidad con el hallazgo del remito”, de cuando se llevaron las grabaciones.
En declaraciones en la Casa de Gobierno, Aníbal Fernández dijo que “no podemos echarle la culpa” al titular de la AMIA por el anuncio fallido y negó que haya existido una “actitud especulativa” del Gobierno. “Si hubiera tenido ese objetivo, lo que hubiera hecho (Kirchner) es no comentarlo el (día) 19, lo hubiera comentado el 18 (de julio) que era el aniversario de la catástrofe.” El ministro agregó que “el Presidente es un excelente comunicador y si hubiese tenido vocación de utilizar esto para producir una explosión hacia afuera lo hubiera hecho; hubiera convocado a todos los medios, nacionales e internacionales, pero no lo hizo”.Fernández también fue consultado por los dichos del ministro de Justicia, Gustavo Beliz (ayer se dudaba de su continuidad), quien calificó de “papelón” el episodio de los casetes. “Al Gobierno no le molesta ni le deja de molestar, (pero) no lo califica de esa manera”, fue la respuesta.