EL PAíS › A FAVOR DE REPRIMIR LAS PROTESTAS
Quantín se muestra
El ex secretario de Seguridad Interior Norberto Quantín siguió los pasos de su ex jefe Gustavo Beliz y se pasó el día de ayer lanzando toda clase de reproches al Gobierno. Dijo que a Néstor Kirchner “nunca le importó la seguridad” y que en catorce meses sólo se reunió dos veces con él. Se pronunció a favor del uso de armas de fuego para reprimir la protesta social y dijo que la ocupación de la comisaría 24ª, después del asesinato del dirigente piquetero Martín Cisneros, fue protagonizada por “delincuentes” a los que calificó como “amigos” del Presidente.
Quantín anunció que en los próximos días volverá a su cargo de fiscal, en el que tenía licencia. “Empecé a percibir que sería echado –señaló– cuando comencé a escuchar noticias falsas que venían de la Casa Rosada.” Lo decía en referencia a una reunión que según él nunca mantuvo con Kirchner por la manifestación en la Legislatura porteña y a que lo acusaron de no cumplir las órdenes presidenciales. Las “órdenes” que él recibió, dijo en tono crítico, “fue no hacer nada, ni siquiera llevar un camión hidrante”.
Igual que Beliz, Quantín apuntó a la SIDE y dijo que “está cumpliendo un rol que no es el que debe cumplir” ya que debería, sostuvo, “reunir información y darla”. Con un tono de víctima constante, consideró que lo echaron “por la política en materia de protesta social, que es exclusiva del Presidente y en la que el trabajo de campo en cuanto a inteligencia, a qué puede pasar, sólo puede hacerlo la SIDE”. Advirtió, además, que “la purga en la Policía Federal (...) no fue más que una pantalla para que la SIDE decidiera qué enemigos sacaría de circulación. Fue la SIDE la que hizo la purga. Se mezclaron honestos con deshonestos”.
También se quejó porque “no conseguía” presentarle a Kirchner un plan integral de seguridad, que requería su firma, elaborado en noviembre del año pasado junto a un grupo de expertos. “Después de muchos meses fuimos recibidos y a los apurones. Se pensó que esa descortesía era negligencia mía, pero era una muestra más de lo que está sucediendo”, comentó. “Cuando apareció Juan Carlos Blumberg les vino la urgencia de presentar el plan”, añadió. Ahora, provocó Quantín, “Kirchner no quiere confesar que se equivocó con su política” ante la “protesta social” (que el mismo Quantín asumió sin objetar públicamente). “No quiere –comentó– romper con sus amigos setentistas.”