EL PAíS
“Graciela Ocaña es mi Judas”, dijo Elisa Carrió
La líder del ARI lo dijo ayer en Bahía Blanca. Agregó que “en tres o cuatro meses” se sabrá por qué.
No hace tanto, cuando Graciela Ocaña aceptó hacerse cargo de la conducción del PAMI, Elisa Carrió apeló a una figura bíblica. “Es como el hijo pródigo: tomó su porción de la herencia y se fue”, dijo de quien fuera su mano derecha y pareció así dejarle las puertas abiertas para el día en que eventualmente decidiera regresar a su lado. Ayer recurrió una vez más a la Biblia, pero el paralelo que trazó esta vez fue lapidario: “Ocaña –advirtió– es mi Judas”.
La titular del ARI comparó a Ocaña con Judas Iscariote –el discípulo de Jesucristo que lo entregó para su crucifixión– en Bahía Blanca. La chaqueña fue a esa ciudad del sur de la provincia de Buenos Aires a presentar la denominada “Agenda de la Paz”, que sintetiza las diferentes propuestas de suo partido. Cuando le preguntaron por la titular del PAMI marcó la distancia que hoy las separa.
“Nosotros somos oposición y ella pertenece al PJ”, remarcó primero Carrió y después remató con la comparación en la que tomó para sí el lugar de Jesús. “Ocaña es mi Judas”, respondió, y en tono enigmático agregó que “en tres o cuatro meses, cuando se sepa la verdad, sabrán por qué lo digo”.
El pasaje bíblico al que recurrió Carrió en esta oportunidad para referirse a Ocaña dista mucho de la figura del “hijo pródigo” que utilizó a principios de este mismo año. En esa parábola, el hijo que parte con la porción de la herencia que le corresponde decide regresar a su casa una vez que la malgasta y queda en ruinas, y entonces su padre le abre las puertas sin rencor alguno.
Las declaraciones de Carrió no son la única muestra del nivel de deterioro de su relación con Ocaña. Hace unos días, tras la difusión de la cámara oculta de un presunto pedido de coima por parte de prestadores del PAMI, la titular de la obra social de los jubilados recibió una comunicación de la Comisión de Etica del ARI bonaerense en la que se le comunicó que fue expulsada del partido. Y la semana anterior sus ex compañeros de bloque en Diputados se opusieron a que se le prorrogara la licencia que solicitó en la Cámara baja para asumir en el PAMI.
Ocaña apeló esa resolución por considerarla “injusta”, pero prefirió no polemizar con Carrió y estimó posible superar las diferencias que mantiene con la chaqueña. “Con Lilita hay que contribuir para recuperar la Argentina”, declaró en tono conciliador. La titular del PAMI tampoco salió al cruce ante su comparación con Judas.
Después de tejer una estrecha relación durante su trabajo en la Comisión de Investigación de Lavado de Dinero de Diputados, Carrió y Ocaña empezaron a distanciarse cuando la ahora titular del PAMI se bajó de la candidatura a gobernadora bonaerense del ARI y optó por ir en busca de la renovación de su banca en Diputados. Lo que terminó de separarlas fue la decisión de Ocaña de aceptar el ofrecimiento de Néstor Kirchner de conducir la obra social de los jubilados contra la orden de la chaqueña a los integrantes del ARI de rechazar el nombramiento en cualquier cargo.