EL PAíS › PRIMER FESTIVAL FOTOGRAFICO DE ESTUDIANTES SECUNDARIOS
“Un téster de los adolescentes”
Más de dos mil fotografías presentadas por alumnos de tercer año del secundario o primero del polimodal de escuelas públicas integraron un festival organizado por el Ministerio de Educación.
Por Nora Veiras
Desde Puerto Madryn, Chubut
“Todos los días entran y salen más de mil chicos y chicas a este segundo hogar. Todo parece tan lindo y bello como en un cuento de hadas, pero no es así. Está bien, nos encanta divertirnos y, a veces, la pasamos muy bien, pero la escuela genera en los adolescentes aburrimiento y cansancio. Si nos pusiéramos a pensar un poco, nos daríamos cuenta de que este lugar está para preparar a los hombres del mañana. ¿Preparar?, se preguntarán, cuando cada vez vemos mucha más gente sin ganas del estudio y no viendo en él algún sentido. Por eso, nuestro propósito es llegar a cambiar esta mirada y, por ende, mejorar nuestra Argentina.” Los chicos de la Escuela Número 741 de Puerto Madryn explicaron así su producción fotográfica del “Primer Festival Nacional Haciendo Foco en la Vida de mi Lugar”.
Más de dos mil trabajos presentaron los estudiantes de tercer año del secundario o primero del Polimodal de las escuelas públicas del país. El jurado, integrado por Andy Goldstein y Diego Ortiz Mugica, recibió una preselección de 240 muestras de diez fotos por provincia y eligió 24, una por jurisdicción, que serán expuestas en el Museo Nacional de Bellas Artes a partir del 12 de noviembre. El festival fue organizado por el Ministerio de Educación y la empresa Kodak. “Es un privilegio haber visto estos trabajos, es un ‘téster’ de lo que les pasa a los adolescentes en la Argentina, las cosas buenas, pésimas y malas”, explicó Ortiz Mugica.
Al entregar los premios a los diez colegios chubutenses, el ministro Daniel Filmus reivindicó el programa porque “los chicos encontraron otra forma de expresarse y también escribieron para explicar el por qué de cada historia. Todos sabemos que algunos terminan el secundario sin condiciones para la lectoescritura crítica. Escribieron sobre su lugar porque la propuesta fue ‘hacer foco’ en lo cercano para que todos tengan posibilidad de desarrollarse donde viven. Nosotros con este programa estamos ‘haciendo foco’ como adultos en lo que piensan, sienten y viven nuestros jóvenes. Si los escucháramos tendríamos un país mejor. No dejamos la Argentina ideal pero sí dejar, por lo menos, chicos con ideales”.
En el gimnasio de la Escuela 741 de Madryn, apenas terminaron los discursos oficiales del ministro y del gobernador Mario Das Neves, estudiantes y padres se arremolinaron en torno de Filmus.
“Nosotros queremos seguir estudiando en la universidad pero sentimos que nos faltan conocimientos, que no sabemos muchas cosas con esto del Polimodal. Nosotros tenemos la posibilidad de manifestarlo, de decírselo, pero no hablamos sólo por nosotros, queremos que las cosas mejoren para todos los chicos del país”, le decía una estudiante del Instituto Camy de Gaiman.
Filmus contemporizaba los reclamos explicando que se están elaborando los Núcleos de Conocimientos Básicos porque el tema es que todos aprendan lo mismo más allá de cómo se llame la estructura, mientras los padres bregaban por la derogación de la Ley Federal de Educación. “Muchos chicos se engancharon en esto porque uno descubre que por ahí tiene talentos, visión, para otras cosas. Experimentamos cosas nuevas y otra forma de ver. Uno de los chicos que trabaja en un taller mecánico decidió dejar y dedicarse a la fotografía”, explicó Diego Danese, el profesor de Cultura y Comunicación de la escuela anfitriona junto a sus entusiasmados alumnos Leonel Valenzuela, Ignacio Demo, Rodrigo Moller y Angel Bence.
Los chicos de Rada Tilly, una ciudad a 16 kilómetros de Comodoro Rivadavia, decidieron mostrar los paisajes de inmensidad de playas y acantilados. Los de la Escuela Número 749 de Comodoro Rivadavia eligieron contar la historia del hombre que en cada fiesta patria sube al Cerro Chenque a izar la bandera argentina.
“Nos sorprendió la propuesta. Era tan distinta que no parecía de la escuela”, dijo un estudiante de Comodoro Rivadavia, todavía incrédulo porhaberse podido expresar de otra manera, sacando fotos para mostrar qué les pasa y dónde viven.