EL PAíS › RADIO PASILLO
Misceláneas
Macri & Duhalde, la saga. Filmus, esperando el llamado de Pancho Dotto. Las flores de Eduardo Menem. Ginés y su embarazosa visita a una escuela. Trovato, con despacho en la calle. La docente respuesta de la senadora Giusti. Rubeo, suelto de palabras.
Macri, flanqueado
por duhaldistas
Algunos hablan de tregua. Otros de estudiados silencios. Pero los partidarios de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner siguen haciendo de las suyas en la interna bonaerense. Y esto quedó demostrado el último jueves en Morón, con la caminata proselitista que Mauricio Macri realizó desde La Cantábrica hasta el centro de la localidad, que terminó con una charla en la Universidad de Morón. Si bien con bajo perfil, una mujer acompañó todo el tiempo al titular de Compromiso para el Cambio. Se trata de la diputada nacional Marina Casesse, una duhaldista que supo hacer carrera en el otrora pago de Juan Carlos Rousselot.
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Top model
Si lo que se vio el martes en las arenas de Puerto Madryn es un anticipo de la moda de este verano, hay algo seguro: las bermudas y las zungas son cosas del pasado. Lo que se viene es el traje y el mocasín. Y de ser posible hay que lucirlos hablando incesantemente por celular. Al menos con ese look y esa manía por la conversación sorprendió Daniel Filmus en la playa El Doradillo, en un “descanso” luego de inaugurar una muestra educativa. Por si hace falta aclararlo: el ministro de Educación pensaba realizar allí el avistaje de alguna ballena. Pero su primera preocupación era lo que estaba diciendo, en Buenos Aires, el rector de la UBA, Jaim Etcheverry. La segunda: sacarse la arena de los zapatos.
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Flower Power
Eran pocos, y para colmo el clima se puso pesado. Ansiosos por escuchar a su líder, los menemistas que coparon la Federación de Box lograron acortar el discurso de Sebastián Alvarez, el representante de la juventud del Peronismo Popular (PP). Pero los organizadores no quisieron cambiar el cronograma y, lejos de dar paso al video de Carlos Menem, permitieron subir al escenario a la intendenta cordobesa Alicia Giubergia, quien en diplomática prosa dijo tener “ovarios” y “huevos” para bancarse lo que se venía. Desde abajo, algunas mujeres se sintieron ofendidas y no dejaron de insultarla hasta que un galante Eduardo Menem comenzó a entregar flores entre las disconformes. La primaveral estrategia del senador logró una efectividad del ciento por ciento.
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Con sus propios ojos
Tras presentar el Plan Federal de Salud en Florencio Varela, Ginés González García aprovechó el tiempo que restaba hasta la hora del almuerzo para visitar, fuera de programa, una escuela de clase media baja –la EGB Nº 15, de Villa del Plata– que festejaba su cincuentenario. Era una buena excusa para sondear cómo había caído su propuesta de incorporar la educación sexual en los últimos años de la primaria. “No sólo es una necesidad imperiosa sino que nosotros, de hecho, lo estamos haciendo. Incluso viene la doctora de la salita del barrio a darnos una mano”, le comentó la directora del establecimiento al ministro de Salud, quien observó con sus propios ojos cómo una alumna embarazada correteaba de la mano de su novio por el patio de la escuela, mientras otra nena-mamá asistía a la fiesta escolar con su bebé de días en brazos.
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Honorable senadora
Se iba a desarrollar el acto en la escuela Nº 741 de Puerto Madryn y al ver ingresar a una mujer, como ya había sucedido con otras personas, le hicieron una pregunta sencilla y al solo efecto de ordenar la concurrencia.
–¿Usted es docente?....
–¡¡¡Docente no, senadora nacional!!! –remarcó con cartas credenciales la justicialista Silvia Ester Giusti, de chaqueta verde militar y con un imponente cuello de piel al tono. Evidentemente la legisladora de Chubut olvidó su título de profesora de Literatura y castellano, y sus largos años de docencia en la Patagonia.
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Despuntando el vicio
Un poco desaliñado y lleno de papeles –aunque sin vestidor a la vista–, el ex juez Francisco Trovato se instala por las tardes en su estudio móvil, sobre la vereda del café Petit Colón, frente a la plaza de Tribunales. Deja su Peugeot 504, patente TOM 700, pegadito al cordón, sin preocuparse por la grúa, pese a que se trata de una zona prohibida para el estacionamiento. Un amigo le hace de chofer y lo espera pacientemente. Cualquier consulta al ex magistrado, ya todos saben dónde encontrarlo.
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Un predicador ahí
Habrá que reconocerle al menemista Luis Rubeo su verba inflamada. Pero indefectiblemente cada vez más parecida a la de un líder de grupos de autoayuda. A tal punto que el ex senador santafesino habla del peronismo como el movimiento de las “buenas ondas”, y se desvive consignando la “felicidad” y la “alegría” que desparrama Carlos Menem. Más aún, frente a una tribuna adepta, en la Federación de Box, llamó a evocar el nombre del ex presidente, concluyendo así su singular prédica: “Nosotros somos sus soldados. ¡Viva Menem! ¡Menem puede! ¡Menem quiere! ¡Viva Carlos Menem!”.