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Por Miguel Jorquera

Para el diputado Horacio Ramiro González, los 10 mil pesos en cheques que recibió de un comerciante no fueron una coima, sino un regalo por su condición de “buena persona y buen político”. Este fue el argumento que el vicepresidente primero de la Cámara baja del Parlamento bonaerense esgrimió como eje en su descargo por escrito ante la Fiscalía Nº 4 de los Tribunales de Morón, donde se investiga una denuncia en su contra por “cohecho y posible extorsión”. En la causa, Pedro Argüello afirmó que González “le sacó más de 40 mil pesos” para dejar que su comercio funcione sin habilitación cuando el legislador presidía el Concejo Deliberante de Ituzaingó.
Argüello realizó la denuncia después del misterioso asesinato de su hijo Adrián, en medio de una batalla judicial por un valiosísimo inmueble de su propiedad que le disputaba un comerciante con fuertes vínculos con el poder comunal. En su descargo ante la fiscalía, González reconoció una relación con Argüello, con quien tuvo varios encuentros y al que habría “asesorado gratuitamente” en su estudio contable sobre problemas fiscales, a través de la intervención de un amigo en común. Según el propio legislador provincial, Argüello le entregó cinco cheques de 2 mil pesos cada uno, que depositó en su cuenta bancaria y en la de su socio, porque el comerciante había manifestado su interés de ayudarlo en su carrera política y lo “consideraba una buena persona y un buen político”, aunque nunca le extendió un recibo por su aporte.
Sin embargo, González afirmó que Argüello después le pidió que intercediera ante el municipio para regularizar su situación comercial y conseguir su “habilitación de excepción”. Pedido que el diputado calificó en su escrito ante la Justicia como “absolutamente imposible e improcedente”. En su defensa, el legislador también omitió hacer cualquier referencia a la posible participación de su ex secretario, Hugo Hadad, en la recepción del dinero que –según Argüello– además debía entregar todos los meses en el Concejo Deliberante.
La denuncia –publicada por Página/12– motivó la intervención del Ministerio de Seguridad provincial, que ayer recibió a los denunciantes. Allí, Argüello volvió a insistir en la sospecha de que el asesinato de su hijo Adrián podría estar vinculado con la oscura trama que “empezó con las coimas” y siguió con “la intención de apoderarse del terreno” que el comerciante tiene sobre la colectora del Acceso Oeste, en el que “participaron varios funcionarios de Ituzaingó”. Los Argüello pidieron protección a los colaboradores de León Arslanian y que el ministerio implemente el sistema de recompensa económica para quienes puedan aportar datos sobre el asesinato de Adrián.