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Forum shopping, chicanas y maneras de disimular

Una audiencia en el Consejo de la Magistratura muestra las fintas verbales con que se habla de ciertos trucos antiguamente comunes. Los miembros que saben demasiadas cosas.

 Por Susana Viau

–A los fines de aflojar un poquito las tensiones, yo escuché al doctor Barbarosch decir que hizo una denuncia en la seccional. Creo que se equivocó en el “forum shopping” porque hasta ahora, me parece que no tuvo mucho resultado en la causa.
–¿Cómo dice, doctor? –preguntó el declarante Alfredo Barbarosch, presidente de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, asombrado de que el ruckaufista Jorge Casanovas, miembro de la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura, conociera el estado de una causa que se tramitaba en el juzgado federal de Claudio Bonadío.
Lejos de disculparse, Casanovas persistió en su actitud sobradora:
–Quise hacer un chiste y me salió mal, doctor. No se enoje.
–(...) ¿Usted está diciendo que yo presenté una denuncia utilizando el “forum shopping”? –reaccionó Barbarosch.
–No, no, doctor. Usted dijo que hizo una denuncia en una comisaría.
–Le pido que se desdiga.
–No, no me tengo que desdecir de nada.
–Usted ha dicho que yo hice la denuncia con un sistema similar al “forum shopping”.
–Sí. Y... cuando uno va a la policía hace “forum shopping”.
Los provocativos comentarios de Casanovas pretendían descalificar la figura de “forum shopping” que los camaristas Barbarosch y Gustavo Bruzzone habían descripto de manera ejemplar y constituía la viga maestra en el pedido de juicio político a los jueces de instrucción Ismael Muratorio y Juan José Mahdjoubian. Ambos habían sido piezas esenciales en la maniobra instrumentada para beneficiar a Raúl Moneta y ubicarlo en una postura ventajosa en el litigio que mantenía con su ex socio Tom Hicks por la tenencia de acciones de CableVisión. La operación había consistido en presentar la denuncia en el Departamento de Policía, un lugar poco adecuado para un complejo asunto financiero, pero que aseguraba a Moneta la intervención de jueces amigos, de turno en esos días. Esa irregularidad y la comprobación de que se había invocado falsamente el argumento de la conexidad, determinaron que la Cámara ordenara el apartamiento de los dos jueces involucrados y decretara la nulidad de las actuaciones.
Amigos para siempre
La diputada Lelia Chaya había precedido a Casanovas. “¿Tiene conocimiento de que (Guido Barbarosch, sobrino del magistrado) integra el estudio jurídico Richards que está a cargo del Acuerdo Preventivo Extrajudicial de CableVisión?”, interrogó. Barbarosch le aclaró: “Mi sobrino tiene 36 años e ingresó a ese estudio después de que se celebró el Acuerdo Preventivo”. La pregunta de Chaya no tenía vinculación alguna con el expediente, pero sí con un insidioso artículo de Edición i, la revista que suele defender los negocios de Moneta o embestir contra quienes los dificultan. Para aventar cualquier duda acerca de la autoría intelectual del breve cuestionario de Chaya, esa noche, desafiando el rating, Barbarosch y su sobrino fueron motivo de conversación en Polémica en el Bar, el programa de Gerardo Sofovich que se emite por Canal 9, propiedad de Moneta y Daniel Hadad. A la consejera menemista se le debía reconocer, al menos, la coherencia: ella fue junto a Miguel Angel Pichetto la voz cantante del proceso acusatorio que culminó en la destitución del juez federal Luis Leiva, el hombre que investigó la caída del Banco Mendoza y solicitó la captura de Moneta. Los asesores más antiguos todavía recuerdan al joven abogado de Moneta, Alejandro Mitchell, atravesando a paso vivo el salón de reuniones del Consejo para indicarle a Chaya: “Intervení vos, que Pichetto la está embarrando”.
En esta ocasión, entre los asistentes sólo se distinguían Muratorio y Mahdjoubian que, acompañados de sus respectivos defensores, Roberto Calandra y Adrián Malonay, seguían con atención el testimonio de Barbarosch. “... le imputo al señor Moneta –dijo el camarista, sin pelos en la lengua– las coacciones, las amenazas, los infundios, la difamación, porque él es el responsable de toda esta maniobra, porque cuando un fallo no le resulta favorable acude a cualquier tipo de extorsiones, maniobras, presiones para lograr sus fines. Conmigo no lo logró ni lo va a lograr”. El titular de la Cámara del Crimen ya había hecho referencia al cuestionario injurioso con que había intentado presionarlo El Guardián, la desaparecida revista-basura financiada por Moneta; a los “pinchazos” ilegales a sus teléfonos y los de sus allegados; a la cruz svástica grabada en los vidrios del automóvil; al otro caso de “forum shopping” en el que habían intervenido la misma dependencia policial (Defraudaciones y Estafas) y el mismo juez (Muratorio) y el mismo denunciante (Moneta). Sólo difería el denunciado: era Jorge Macchi, el técnico que desarrolló el negocio del Edificio República y pretendió cobrar sus honorarios.
Antes de fin de mes la Comisión de Acusación deberá recibir el testimonio de Gustavo Bruzzone, un funcionario de larga experiencia y sólida formación jurídica. Para entonces, es probable que se haya trasladado al Consejo la batalla que, de momento, tiene sus primeros aprestos en el Congreso. Es que la solicitud de enjuiciamiento a Muratorio y a Mahdjoubian fue presentada por los integrantes de la corriente kirchnerista conocida como “grupo Talcahuano”. Sin embargo, la postura del diputado Ricardo Falú no parece hacer felices a todos sus conmilitones del PJ. Fuentes confiables indican que cuatro legisladores justicialistas –capitaneados por un senador muy dado a influir sobre el Poder Judicial– proyecta contraatacar con un pedido de jury a los camaristas Bruzzone y Barbarosch.

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Jorge Casanovas, ruckaufista que sabe cómo andan juicios ajenos.
 
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