EL PAíS › REPORTAJE AL SECRETARIO DE DESCENTRALIZACION PORTEÑO
“No queremos sacar rédito político”
Por Irina Hauser
“No queremos apropiarnos de las asambleas ni sacarles rédito político.” Ariel Schifrin, secretario de Descentralización del gobierno porteño, a cargo de los Centros de Gestión y Participación (CGP), se defiende ante la desconfianza de algunos vecinos. “Nos gustaría encontrar la forma de que sirvan para cambiar las estructuras.”
–¿Cuál es la política asumida por los CGP en relación con las asambleas?
–Lo que existe primero es un respeto por el proceso que están teniendo las asambleas, que constituyen una experiencia de construcción colectiva nueva y necesaria. Para nosotros es una enorme oportunidad que exista este movimiento, significa una exigencia y la presencia de una fuerza rebelde con potencial para transformar las estructuras. Nos gustaría encontrar las forma de que sirvan para eso, para reformar el Estado, la cosa pública.
–Algunos asambleístas tienen la impresión de que el Gobierno de la Ciudad los quiere cooptar.
–No queremos apropiarnos de las asambleas ni sacarles rédito político, como sí hacen algunos sectores políticos inviables que van a la asamblea y la ven como lugar para conquistar una posición ideológica. Y en vez de cuidarla la llenan de consignas sin escuchar a la gente. Nosotros queremos que sigan existiendo y nos ponemos tristes cuando bajan su nivel de afluencia. Estamos atentos a lo que sucede. Yo he ido a asambleas.
–¿Ustedes van a las asambleas porque quieren o porque se los piden?
–Los directores generales van por vocación propia o porque los llaman los vecinos. Muchas asambleas piden algún lugar para funcionar o escenarios para festivales. Hasta hace cuatro años, los que estamos acá en la administración pública éramos militantes y nunca habíamos sido empleados públicos. Hoy somos los restos de lo que fue el Frepaso y si no estuviéramos acá, estaríamos en la asamblea.
–Más de un cacerolero le diría que usted ya está haciendo campaña.
–Pero estamos seguros de que si no estuviéramos en cargos públicos, estaríamos con el “que se vayan todos”. Lo que podemos pedir ahora es “que vengan todos” sin dejar de ser lo que son.
–¿Cómo imagina que recibirán las asambleas la propuesta de presupuesto participativo?
–Hicimos esa propuesta con cuidado de no confrontar ni plantear nada respecto de las asambleas. Ellos decidirán si quieren participar. Será un espacio para que en esta ciudad podamos establecer cuál es la economía de la casa. El presupuesto participativo es el escalón previo a la ley de comunas. Pero si hoy hubiera ley de comunas, los partidos tradicionales se quedarían con ellas.