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“Niego que las órdenes impartidas fueran la causa de las lesiones y las muertes que se me imputan en este expediente”, declaró el ex secretario de Seguridad Enrique Mathov en su segunda indagatoria por la masacre de Plaza de Mayo. Y volvió a su encierro en la Gendarmería. La jueza María Servini de Cubría –que ya lo procesó con prisión preventiva por incumplimiento de los deberes de funcionario público y omisión de dar cuenta a la autoridad competente sobre detenciones ilegales– volvió a interrogarlo porque la Cámara Federal le ordenó que resuelva si él y el comisario Rubén Santos, ex jefe de la Policía Federal, tuvieron responsabilidad penal en los homicidios ocurridos durante la represión desatada por el gobierno aliancista en retirada. Servini lo decidiría esta semana. “No está depresivo pero esto se le está alargando demasiado”, comentó a Página/12 su abogado Jorge Valega Aráoz. “Pensábamos que la Cámara iba a resolver ahora el pedido de excarcelación pero lo siguen dilatando”, se quejó.
Mathov fue trasladado desde el Escuadrón Buenos Aires, donde está preso desde el 1º de marzo, para la audiencia en Comodoro Py. Estuvo casi tres horas contestando preguntas de la magistrada y de los fiscales Luis Comparatore y Patricio Evers, aunque en la mayoría se remitió a sus anteriores declaraciones. Sin embargo, rechazó cualquier tipo de vinculación entre las órdenes que impartió a la Policía Federal el 19 y 20 de diciembre y el asesinato de cinco manifestantes. Valerga Aráoz explicó a Página/12 que su defendido “ni siquiera pudo representarse la posibilidad de que hubiera muertes”. Lo aclaró para tratar de descartar una acusación por “dolo eventual”. Mathov reiteró que en la reunión con las tres fuerzas de seguridad el 19 de diciembre a las 23.30, previa a la represión de manifestantes, dio directivas “para salvaguardar la vida y los bienes de las personas”. E insistió en que sus órdenes fueron “políticas”, mientras que su ejecución fue responsabilidad de la policía.
El ex funcionario fue “muy meticuloso”, pero aportó “muy poco”, comentaron fuentes judiciales. Su abogado había anticipado que ya había dicho “todo lo que sabe”. De hecho, la sala I de la Cámara Federal no ordenó a Servini ampliar las indagatorias sino que resuelva la situación procesal de Mathov y Santos en relación a los homicidios. Luisa Riva Aramayo, Horacio Vigliani y Gabriel Cavallo consideraron que durante la primera declaración que prestaron ya los había acusado por las muertes de Diego Lamagna, Marcelo Rivas, Carlos Almirón, Alberto Márquez y Gustavo Benedetto, pero luego los procesó por otros delitos y nada dijo en su resolución sobre esos hechos. Sin embargo, la magistrada entendió que “no estaban bien indagados” y volvió a convocarlos. Sus colaboradores indicaron que prefirió hacerlo así “evitar posibles planteos de nulidad”. La situación de Mathov pareció complicarse la semana pasada, tras la declaración del ex ministro del Interior Ramón Mestre, quien dijo que en las últimas horas de la administración aliancista él se había ocupado de las “cuestiones políticas” y el ex secretario se dedicó al manejo de las fuerzas de seguridad. Ayer matizó el tedio de su encierro con la visita a Tribunales, pero pasa el resto de los días leyendo libros de actualidad, escuchando música clásica y aprendiendo computación.