[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El canciller Rafael Bielsa y el ministro de Defensa, José Pampuro, realizaron ayer una visita a Chile con motivo del 20º aniversario de la firma del Tratado de Paz y Amistad que puso fin al diferendo limítrofe por el Canal de Beagle, y no sólo destacaron el “excelente estado” de la relación bilateral, sino que también dieron por “totalmente superado” el incidente que surgió con la administración chilena a raíz de las críticas del canciller de ese país, Ignacio Walker, al justicialismo. En el marco de la renovada buena convivencia, Bielsa y el mismo Walker aprovecharon su encuentro para tratar de fijar una fecha al postergado viaje de Néstor Kirchner a Santiago. Si su agenda y la de su par Ricardo Lagos lo permiten, Kirchner podría visitar esa ciudad la semana próxima; de lo contrario, lo haría recién el año que viene.
En la declaración conjunta firmada tras el encuentro entre Bielsa, Pampuro, Walker y el ministro de Defensa chileno, Jaime Ravinet, Argentina y Chile ratificaron que “el futuro” de ambos países “se encuentra indisolublemente ligado”. El documento sostiene que el afianzamiento de la relación “permitirá continuar desarrollando un proceso de mayor integración social, política, cultural y económica” y reafirma el “inconmovible compromiso” de ambos países de “continuar realizando todas aquellas acciones tendientes a preservar, reforzar y desarrollar los vínculos de paz y amistad”.
El Tratado de Paz y Amistad fue el que suscribieron en 1984 los entonces presidentes Raúl Alfonsín y Augusto Pinochet. Su firma cerró en forma definitiva el diferendo limítrofe por el Canal de Beagle, por el cual argentinos y chilenos estuvieron a punto de llegar a una guerra en 1978. El Vaticano jugó un papel central para evitar el conflicto y fueron las gestiones encabezadas en 1980 por el cardenal Antonio Samoré las que sentaron las bases del acuerdo. De hecho, Argentina y Chile expresaron en la declaración sus “agradecimientos a Su Santidad el papa Juan Pablo II y a la Santa Sede por el decisivo respaldo y asistencia brindados a ambos países para la consecución de dicho Tratado”.
También cámaras legislativas de Argentina y Chile emitieron una declaración conjunta a propósito del aniversario. “La firma del Tratado de Paz y Amistad –subrayaron– significó un triunfo para la paz y el entendimiento de nuestros pueblos e inició en nuestra relación bilateral una etapa caracterizada por la solución pacífica de todos los diferendos limítrofes, la profundización de la cooperación y la integración”.
En un principio estaba previsto que Kirchner y Lagos se encontraran en Santiago al cumplirse los 20 años de la firma del Tratado, pero el argentino dejó el viaje en suspenso por el fastidio que le produjeron las afirmaciones de Walker acerca de que el peronismo era un movimiento con rasgos autoritarios y fascistoides. El episodio enfrió la relación, aunque después de un tiempo a uno y otro lado de la cordillera empezaron a emitirse señales tendientes a recomponer la relación. “Está totalmente superado. Los hombres pasan y los pueblos siguen”, aseguró Pampuro en relación con ese altercado.
La reunión entre cancilleres y ministros de Defensa se suma a los gestos de recomposición y se concretó en el marco del mecanismo “Dos más dos”, una modalidad de encuentros que Argentina y Chile inauguraron en 1997 para aumentar la confianza mutua y fortalecer las relaciones bilaterales. Bielsa, Pampuro, Walker y Ravinet analizaron medidas conjuntas para combatir el narcotráfico y el contrabando, además de asuntos como la seguridad regional y la experiencia común en operaciones de paz. También se comprometieron a seguir reforzando el trabajo en Haití.
El encuentro sirvió también para retomar el diálogo sobre el postergado viaje de Kirchner a Santiago. Bielsa aseguró que la visita será “más temprano que tarde, porque no existe ningún inconveniente”, aunque no precisó fecha alguna. Una alternativa sería el 6 o 7 de diciembre próximos, aunque fuentes diplomáticas advirtieron que tanto Kirchner como Lagos tienen sus agendas “muy cargadas”, por lo que su encuentro podría quedar para el 2005.