EL PAíS › UN MACRISTA CONSIGUIO UN SUBSIDIO DE LA LEGISLATURA PARA UNA FUNDACION VINCULADA A SU PARTIDO
Un incentivo para la campaña de Mauricio
Rodrigo Herrera Bravo, uno de los principales referentes de Mauricio Macri en la Legislatura porteña, obtuvo 45 mil pesos para la fundación E-Ciudad, donde trabajan asesores y ex candidatos de Compromiso para el Cambio. En total, los diputados porteños repartirán 2 millones 200 mil pesos.
Por Santiago Rodríguez
Mauricio Macri se presentaba durante la campaña a jefe de Gobierno como una figura de “la nueva política”. Así se promociona también en las recorridas que realiza por la provincia de Buenos Aires para tejer lazos políticos fuera de las fronteras de la ciudad y de las cuales Rodrigo Herrera Bravo es el principal artífice. Hombre fuerte del macrismo y pieza clave en el bloque de legisladores del empresario, Herrera Bravo es uno de los que benefició a varias organizaciones no gubernamentales con algunos de los subsidios cuya concesión fue aprobada días atrás, al filo de una medianoche, por la Legislatura porteña. Por pedido suyo el cuerpo otorgó unos 300 mil pesos, entre los que figuran 45 mil destinados a la Fundación E-Ciudad. Se trata de una institución a la cual en el ámbito del tercer sector no le conocen mayor trayectoria, pero que sí resulta muy familiar para Herrera Bravo y los macristas: su consejo directivo está integrado por dirigentes a los que a diario se puede encontrar trabajando en la sede central de Compromiso para el Cambio, ex candidatos de las listas de Macri y algunos que, incluso, cumplen funciones en el propio despacho del legislador. “Yo presenté el pedido; el subsidio lo otorgó la Legislatura”, se justificó Herrera Bravo ante Página/12.
Desde su constitución en 1997 hasta ahora la Legislatura nunca había aprobado la utilización de los recursos públicos que le son asignados en el presupuesto para que sus miembros los repartieran discrecionalmente como subsidios. La decisión estuvo fundada en la necesidad de garantizar la transparencia en el funcionamiento del cuerpo y así terminar con la imagen de desprestigio heredada del viejo Concejo Deliberante, escenario de los más resonantes escándalos de corrupción de la historia de la política porteña.
Este año, sin embargo, la Legislatura modificó su conducta, a pesar del rechazo explícito de un reducido grupo de sus integrantes. En la sesión del pasado 9 de diciembre, cerca de la medianoche, fueron aprobados 42 subsidios por un total de casi un millón ochocientos mil pesos. El afán de los legisladores por otorgar beneficios a instituciones dedicadas a las más variadas actividades, entre ellas clubes e iglesias, no distinguió banderías políticas (ver aparte). El último jueves se aprobó una segunda tanda de subsidios por un monto cercano a los 240 mil pesos y para la sesión de mañana está pedida la aprobación de otros dos beneficios que sumados llegan a los 160 mil pesos. Entonces, la Legislatura habrá repartido alrededor de dos millones doscientos mil pesos en función de los deseos de sus miembros.
El mecanismo que siguió cada uno de los que consiguió que le aprobaran subsidios a favor de alguien fue sencillo: presentó los fundamentos del caso y sus solicitudes fueron avaladas después por sus pares en la Comisión de Presupuesto. La aprobación de los respectivos proyectos de ley en el recinto fue el trámite final y ahora sólo resta que el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, los promulgue para hacer efectivo el pago a sus beneficiarios.
“Es lamentable que se eche sombra sobre una iniciativa que debe ser perfeccionable, pero que tiende a financiar proyectos de interés social que merecen apoyo estatal en el marco de una política pública”, argumentó el kirchnerista Miguel Talento cuando arreciaron las críticas de sus pares que se opusieron a que la Legislatura otorgara subsidios. Así salió al cruce de voces como las de la ex bullrichista María Eugenia Estenssoro, quien consideró “inapropiado que demos subsidios a organizaciones sin un criterio claro de evaluación y análisis” y agregó que “no se puede hacer caridad con la plata de los vecinos para financiar el clientelismo político”.
Herrera Bravo fue de los que más dinero repartió: logró que le aprobaran la entrega de 270 mil pesos para distribuir entre cinco instituciones. Los argumentos que dio para justificar sus pedidos no fueron muy diferentes a los que expuso el resto de los legisladores para fundamentar los suyos: que las instituciones para las cuales solicitaba subsidios trabajan por el bien de la comunidad y que los recursos les serían de utilidad para extender el alcance de sus actividades.
Presidente de la Co?misión de Relaciones Interjurisdiccionales y miembro del bloque Frente Compromiso para el Cambio –uno de los dos grupos en que se dividió el macrismo en la Legislatura–, Herrera Bravo es un hombre de confianza de Macri y junto a Horacio Rodríguez Larreta uno de sus principales operadores políticos. Es, de hecho, quien le organiza sus incursiones al territorio bonaerense y al interior del país en el marco de la estrategia del empresario de proyectar su partido en el plano nacional.
Aquellos que concurren a las reuniones de la Comisión de Labor Parlamentaria –donde se deciden los temas a tratar en el recinto de la Legislatura– son testigos del vínculo entre Macri y Herrera Bravo. “Es un proyecto que Rodrigo necesita”, le ha dicho más de una vez Macri por teléfono al jefe del también macrista bloque Juntos por Buenos Aires, Jorge Mercado, y destrabado así iniciativas de Herrera Bravo que las divisiones de su tropa en la Legislatura amenazaban con hacer naufragar.
Con 100 mil pesos, el Club Excursionistas aparece primero en la nómina de pedidos de Herrera Bravo. El legislador también solicitó 55 mil pesos para el Club Fénix, 45 mil para la Unión Argentina de Sordomudos, 25 mil para la Asociación Civil Cultura Creativa y 45 mil para la Fundación E-Ciudad.
En el ámbito de las organizaciones sociales no cuentan con muchos datos acerca de la Fundación E-Ciudad. Página/12 pidió referencias sobre la institución al Grupo de Análisis y Desarrollo Institucional y Social (Gadis). Se trata de una entidad dedicada al estudio del tercer sector que cuenta con un registro en el que figuran cerca de 100 mil ONG. La fundación beneficiada por Herrera Bravo no aparece en sus archivos.
En los fundamentos de su pedido, Herrera Bravo explicó que la Fundación E-Ciudad tiene “varios programas de desarrollo social y deportivo que brindan asistencia a clubes de barrio” y agregó: “Este subsidio deberá ser utilizado para cubrir los costos relacionados con el equipamiento destinado a actividades sociales, deportivas y de difusión de diversas instituciones deportivas relevadas por la ONG”.
La Fundación E-Ciudad tiene una página web en la que curiosamente no menciona programa alguno de asistencia a clubes de barrio. En verdad, allí no informa acerca de demasiadas actividades y uno de los pocos trabajos que difunde es un estudio sobre productividad legislativa, que casualmente presenta a Herrera Bravo como el legislador que más proyectos impulsó entre aquellos que cumplen su primer mandato. Sí aporta, en cambio, algunos datos relevantes, como ser la integración de su consejo de administración. Es que un repaso de los nombres permite establecer que varios de sus miembros trabajan en Compromiso para el Cambio y la Fundación Creer y Crecer de Macri o al amparo del propio Herrera Bravo:
u Carlos Walter, presidente: se desempeña en el área económica de la Fundación Creer y Crecer.
u Julián Kopecek, vicepresidente: ocupa un cargo en la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural del gobierno porteño, al que llegó hace unos años propuesto por legisladores del PJ. Los mandatos de esa comisión están vencidos y el macrismo ya le comunicó al Ejecutivo su decisión de que continúe en su puesto. Además, en la página web de Herrera Bravo de la Legislatura aparece mencionado entre sus asesores.
u Germán Maldonado, tesorero: integra la junta electoral de Compromiso para el Cambio y en los hechos se está desempeñando actualmente como apoderado del partido. Empezó a cumplir esa función desde que José Torello, quien está acreditado como tal, fue designado como director deAsuntos Jurídicos del Instituto del Juego de la ciudad. Ocupó, además, el puesto 26º en la lista de candidatos a legisladores del partido de Macri.
u María Marta Maenza, secretaria: En el sitio web de la Fundación Creer y Crecer figura como coordinadora del vínculo con las ONG. Y en la base de datos de la Legislatura está registrada con un contrato T1/3 en el despacho de Herrera Bravo.
u Marcelo Sanoner, vocal: Fue candidato suplente a legislador de Compromiso para el Cambio y cumple funciones con un contrato T1/2 en el despacho del también macrista Mario Morando.
u Thelma Vivoni, directora ejecutiva: También está vinculada a Herrera Bravo con un contrato T1/3.
u Elizabeth Leites, directora de Educación: Figura con un contrato T4/2 en el bloque Frente Compromiso para el Cambio.
La Fundación E-Ciudad –tal como consigna también su página web– tiene su sede central en Uruguay 252 4º “16”. De acuerdo con la base de datos del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, ese es el domicilio profesional de Maldonado.
–Estudio Maldonado –respondió en primer término quien atendió el llamado telefónico que este diario realizó para tratar de aclarar la superposición de domicilios.
–¿No es la Fundación E-Ciudad?
–¿Cómo? Ah..., sí, sí. Pero tiene que llamar más tarde.