EL PAíS
Tras la declaración de Beltrame puede haber nuevas detenciones
El juez Liporace tomó declaración durante siete horas a Walter Beltrame, acusado de ordenar el embarque de las cuatro valijas voladoras. El magistrado explicó que el acusado fue “puntilloso” y que se declaró inocente. Volvió el secreto de sumario.
Por Adriana Meyer
Walter Beltrame, hasta el jueves el eslabón faltante en la compleja trama del caso de las valijas, habló ayer ante la Justicia durante siete horas. El juez en lo penal económico Carlos Liporace indicó que el ex prófugo dio su versión de los hechos que se le imputan, se declaró “inocente”, hizo una declaración “muy extensa y detallada” y es probable que haya aportado nombres y datos fundamentales. Sin embargo, volvió el hermetismo al juzgado porque Liporace decidió reimplantar el secreto de sumario. Por lo tanto, nuevas detenciones e incluso careos entre Beltrame y los otros dos ex empleados de Southern Winds detenidos quedan en el plano hipotético. El magistrado se negó ante este diario a dar precisiones sobre sus próximos pasos, aunque no descartó que Beltrame haya aportado nuevas pistas a la causa. “Tengo previstas muchas medidas porque pienso ir hasta las últimas consecuencias”, dijo el ahora enigmático Liporace. Sólo trascendió que pidió la extradición del matrimonio español vinculado al caso. Por su parte, la abogada de Beltrame expresó ante Página/12 que su cliente “no puede quedar como el pato de la boda”.
Los defensores de Beltrame –cordobés, 26 años, principal acusado del expediente por haber sido señalado como quien ordenó el embarque de las cuatro valijas que aparecieron en España con 60 kilos de cocaína, además de encontrarse en ese país al momento de su llegada al aeropuerto de Madrid– habían anticipado que develarían en público los motivos de la acusación contra el ex empleado de SW. Sin embargo, terminaron adoptando la misma actitud silenciosa que el juzgado. Según la abogada Estela Maris Castelli, atrás de todo esto hay “mafias” que la emprendieron contra “esta pobre familia (en alusión a Beltrame padre e hijo) y les hicieron un daño terrible”. La letrada comentó que su cliente se sintió “aliviado” tras declarar. Según ella, estuvo “tranquilo”, pero en el juzgado apreciaron que se lo vio “nervioso como todo aquel que presta una declaración indagatoria”. “Estaba muy enojado de que su anterior abogado no lo haya dejado presentarse enseguida, y causó todo este desastre”, graficó. Castelli tuvo palabras de elogio para “su señoría” Liporace, de quien dijo que estuvo “impecable y muy contenedor”.
Beltrame hijo, ex encargado de viajeros de SW, fue trasladado a las 7.30, en medio de un fuerte operativo de seguridad alrededor del edificio de la Aduana, en Azopardo 350, donde había pasado la noche. Participaron unos 40 efectivos de Gendarmería Nacional, 60 del grupo elite Albatros de la Prefectura Naval, 20 de la Policía Aduanera, y otros tantos de la Policía Federal. Ingresó otra vez con la cabeza cubierta con una campera, pero tuvo que esperar hasta las 14.30 porque había alguien más en la agenda del juez para esa jornada.
El detenido ex gerente comercial de SW Fernando Arriete ya había solicitado ampliar su declaración indagatoria, y el trámite tuvo lugar ayer. “Quería aclarar su situación de la mejor manera posible”, explicó a Página/12 el juez Liporace, quien se disculpó por no dar más detalles dado que volvió a implantar el secreto de sumario. La nueva declaración del encargado de las ventas de SW se prolongó casi por cuatro horas en los tribunales de avenida de los Inmigrantes, en Retiro, y luego volvió a su lugar de detención.
Para la tarde estaba previsto el interrogatorio de Walter Beltrame, hijo del ex jefe del Aeropuerto Internacional de Ezeiza comodoro Alberto Beltrame, quien el jueves se entregó a la Justicia tras haber permanecido prófugo unos cincuenta días. Liporace aseguró a este diario que no hubo ningún tipo de negociación para que Beltrame compareciera en su juzgado. Cuando el abogado Ricardo Russian, codefensor junto a Castelli, le hizo saber que su cliente se entregaría, tan sólo le pidió unos minutos para conseguir la seguridad necesaria en caso de una detención. El magistrado precisó que no fue interrogado respecto de las circunstancias en las que estuvo prófugo porque “es su derecho presentarse cuando él lo decide”. Ayer Russian aseguró que durante los últimos días en que el joven era requerido por la Justicia “estuvo siempre con su familia, acá en Buenos Aires”. El defensor afirmó que Beltrame “era un empleado de mínima jerarquía” en SW. De hecho, según Russian, ganaba 800 pesos por mes. “Vamos a demostrar que es totalmente ajeno a los hechos”, anunció.
De acuerdo con el testimonio de otro empleado de SW ya procesado y detenido, Claudio Baudino, fue Beltrame quien le ordenó que embarcara las cuatro valijas que contenían los estupefacientes sin que correspondieran a un pasajero a bordo. El joven se desempeñaba como jefe de atención a pasajeros en Ezeiza, pese a lo cual viajaba semanalmente en el vuelo de la compañía a Madrid.
Cerca de las 21, culminó la indagatoria y Beltrame volvió a su pequeña celda de la Aduana. Allí compartirá la dependencia con dos ciudadanos venezolanos que fueron detenidos ayer en el aeropuerto de Ezeiza por su presunta responsabilidad en el contrabando de unos 26 kilogramos de heroína a Europa (ver página 4). Sin embargo, la abogada Castelli manifestó que allí “está bien protegido”. Considera que “la vida de esta criatura corre peligro”, y volvió a mencionar la presencia de “mafias” en el narcoescándalo de las valijas de Southern Winds.
Liporace queda además a la espera de una respuesta al pedido de extradición del matrimonio español preso en Madrid, Elena Toinil Batán y Ramón González Villar. Ayer se presentó en su despacho un abogado que dijo representarlos y se puso a disposición del magistrado.