EL PAíS › EDUARDO BERTONI, RELATOR POR LA LIBERTAD DE EXPRESION DE LA CIDH
Una vía para defender la democracia
Por Victoria Ginzberg
“Defender la libertad de expresión es defender una forma de vida, la democracia. Los años de gobiernos dictatoriales en América Latina hacen que haya todavía ciertos impulsos totalitarios que pretenden cercenar la libertad de expresión, desde las formas más brutales, como los asesinatos de periodistas, hasta las más sutiles, como el acoso judicial.” Eduardo Bertoni pronunció estas palabras en su oficina del centro porteño, poco antes de convertirse formalmente en relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA. Ayer asumió el cargo.
Bertoni, de 37 años, llegó a la relatoría para la libertad de expresión luego de un concurso público. Antes fue becario del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Columbia, en Nueva York, asesor legal de la Asociación Periodistas, abogado del Centro de Estudios Legales y Sociales y representante de la delegación argentina en la comisión preparatoria de la ONU para la elaboración del Tribunal Penal Internacional.
Desde el puesto en el que reemplazará a otro argentino, Santiago Cantón, quien ahora es secretario ejecutivo de la CIDH, Bertoni se propone tres líneas de trabajo: la protección de periodistas frente a las amenazas y asesinatos, la derogación de las leyes de Desacato –que ya se concretó en Argentina– y la ampliación del derecho a la Información, que apunta a transparentar los actos de gobierno mediante mecanismos que permitan llegar fácilmente a los datos sobre funcionarios y las actividades estatales. “Frente a los asesinatos y las amenazas debemos exigir la investigación, el castigo de los responsables; frente al acoso judicial debemos hacer una reevaluación de todas las leyes que cercenan la libertad de expresión”, aseguró a Página/12.
–¿Es posible abordar la represión de la protesta social como un problema de libertad de expresión?
–Es posible, pero hay que evaluar caso por caso si ciertas formas de represión de la protesta pueden ser cercenatorias de la libertad de expresión. La respuesta es compleja. Se verá en cada caso, por ejemplo, si se trata de grupos de excluidos que no pueden expresarse de otra forma.
En el mismo momento de su asunción, Bertoni ya tiene una tarea, acompañará esta semana a la CIDH en una visita in loco a Venezuela. La relatoría especial para la libertad de expresión fue creada en 1997 y comenzó a funcionar un año después a cargo de Cantón. El establecimiento de este organismo obedeció –según información oficial de la OEA– a “las recomendaciones efectuadas por amplios sectores de la sociedad de los Estados del hemisferio y a las propias observaciones de la CIDH, que ha podido constatar las graves amenazas y problemas que existen para el pleno y efectivo desenvolvimiento de este derecho de vital importancia para la consolidación y desarrollo del estado de derecho”.
Según el informe de la ONG Committee to Protect Journalists (CPJ), durante el 2001 aumentaron los ataques contra los periodistas en América Latina, sobre todo fuera de las grandes ciudades. El año pasado, once periodistas fueron asesinados debido a su trabajo. En la lista de los diez peores lugares para ser reportero elaborada por esa organización, Colombia ocupa el segundo puesto, con 29 personas de esa profesión muertas en la última década.