EL PAíS › DIPUTADOS Y SENADORES BUSCAN CONSENSO CONTRARRELOJ
La de Subversión no se banca
La de Quiebras puede aprobarse esta semana, afirman peronistas y radicales. Pero los senadores cuestionan la de Subversión Económica. Se oponen a consagrar la impunidad de banqueros y financistas.
Por Eduardo Tagliaferro y Felipe Yapur
Desde el mismo Gobierno se aseguró que la semana que comenzó ayer es decisiva para definir su futuro. Lo dicen con un ojo puesto en el Congreso. Allí está uno de los últimos obstáculos, salvo que surja un nuevo condicionamiento, para lograr un acuerdo con el Fondo: las leyes de Subversión Económica y la de Quiebras. De ambas, el punto más duro de roer es el de Subversión. Aunque en el Gobierno dan por descontado que ambas serán aprobadas sin dificultades esta semana –y a pesar de que las conducciones de las bancadas peronista y radical trabajaban anoche para unificar una posición común–, el voto que consagre los cambios reclamados por el FMI no está del todo asegurado.
El senador riojano Jorge Yoma es uno de los más duros opositores a la derogación de la ley de Subversión Económica. Sostuvo que la medida significaba una virtual amnistía para los banqueros acusados por la ley 20.840. Anoche llevó su posición hasta la quinta de Olivos. “Si las modificaciones implican una ley más benigna a la cual pueden acogerse los acusados y con ello recuperar su libertad, no la voy a acompañar”, le dijo a Eduardo Duhalde. Funcionarios presentes en el encuentro aseguraron a Página/12 que el Presidente le habría dicho: “No quiero consagrar la impunidad”.
“El Presidente está jugado al acuerdo con el Fondo”, comentaron a este diario dirigentes del PJ que se encontraron durante el día de ayer con Duhalde. Incluso uno de los temas más comentados fue el llamado del español José María Aznar. El presidente del gobierno español le comentó a Duhalde que “tenía buenas noticias”. Así fue que le desgranó el contenido de una conversación mantenida por él con George W. Bush. En ella, el norteamericano se habría mostrado predispuesto a otorgar una ayuda a la Argentina. Incluso le dijo que “estaba dispuesto a anunciar públicamente el hecho”. Claro, había una condición y fue el propio Aznar el encargado de retransmitírsela a Duhalde: “Todo está muy bien, pero es necesario que aprueben la nueva ley de Quiebras y deroguen la de Subversión Económica”. También hubo un momento para que el español se acordara del pacto firmado por el Gobierno nacional con las provincias. Una de las preocupaciones de los organismos de crédito internacional es garantizar el cumplimiento de las metas fiscales por parte de los gobiernos provinciales, le recordó Aznar al Presidente argentino.
Algunos de los senadores críticos a los reclamos del Fondo sugieren que la derogación de la ley de Subversión Económica “es más un reclamo de los banqueros locales que de los miembros del organismo multilateral de crédito”. Le transmitieron esta duda a Duhalde y el propio Presidente no tenía muy en claro cuáles eran los reclamos concretos del FMI. Parte de esas incógnitas comenzarán a develarse mañana cuando el Fondo responda al fax que le remitieron ayer desde Economía, luego de uno de los tantos encuentros mantenidos con los legisladores de la mayoría oficialista, en el que le preguntaban concretamente sobre las objeciones que tenían hacia la ley.
Más allá de los deseos que intercambiaron Duhalde y Yoma, la posibilidad de que la modificación a Subversión Económica beneficie a muchos de los actuales acusados es muy probable. Precisamente por el derecho constitucional que le asiste a todo procesado de acogerse a “la ley más benigna”. “Estamos trabajando para evitarlo”, confió a este diario el senador Marcelo López Arias luego de haber pasado casi toda la tarde reunido con el equipo del ministro de Economía, Roberto Lavagna, donde junto a un grupo de legisladores del PJ buscan consensuar el nuevo texto de la cuestionada norma. El salteño precisó que la redacción final surgirá de la síntesis de todos los proyectos que hay al respecto, desde los que van de la derogación hasta la modificación. Uno de estos últimos pertenece a Jorge Busti, quien aseguró que “a mí no me llamó nadie. Ellos dice que trabajan, pero como no me convocan, no sé qué es lo que están haciendo”. Si bien todavía no hay un texto final, ayer el presidente del bloque de senadores, José Luis Gioja, buscó mostrarse optimista al sostener que “trabajaremos miércoles y jueves con estas leyes (Quiebras y Subversión Económica). Todo saldrá bien porque legislaremos teniendo la precaución de no despenalizar a nadie ni perjudicar la inseguridad jurídica tal como advierte el Fondo”. La frase del sanjuanino es la mejor prueba de la “luna de miel” que los senadores mantienen con Lavagna desde que éste les resolvió el problema interno en la bancada cuando dijo que no hacía falta derogar la norma: alcanzaba con su modificación. En el mejor de los escenarios, los oficialistas especulan que las leyes aprobadas en una Cámara pasen automáticamente a la otra para darles sanción definitiva. La urgencia tiene que ver con la definición de los hombres del Gobierno acerca de que ésta es una semana clave.
Sin duda, lo más avanzado es el proyecto de la ley de Quiebras. De todas formas, hoy se realizará una última reunión de los legisladores con el equipo económico, donde llevarán la respuesta al borrador que ayer les entregaron los hombres de Lavagna. De paso, esperarán respuestas de Washington.