EL PAíS › ENTREVISTA A DANNY YATOM, EX JEFE DEL MOSSAD ISRAELI
“Hay que seguir investigando”
Yatom estuvo por unas horas en Buenos Aires. Hoy es diputado laborista, pero entre 1996 y 1998 fue jefe de los servicios de inteligencia e investigó los atentados a la AMIA y la embajada.
Por Raúl Kollmann
A primera vista, Danny Yatom parece un empresario canoso al estilo Dinastía. Sin embargo, detrás de esa apariencia de hombre de negocios, hay una serie de antecedentes muy distintos: fue jefe del servicio de inteligencia israelí durante tres años, desde 1996 a 1998, asesor del asesinado primer ministro Itzhak Rabin y antes todavía uno de los comandantes de mayor responsabilidad en el ejército israelí. Hoy en día es diputado laborista, aunque acepta hablar de las conclusiones que sacó, cuando estaba a cargo del Mossad e investigaba los atentados contra la AMIA y la Embajada de Israel.
–Se ha dicho que detrás de los dos atentados en Buenos Aires estuvo Irán. Nunca se acusó a ese país de cometer atentados fuera de Medio Oriente, sólo en el caso de los de Argentina. ¿Usted está convencido?
–Sí, estoy convencido. Juntamos la información de inteligencia y todo el mundo sabe que los iraníes cometieron atentados en Alemania, por ejemplo, contra grupos de su propia nacionalidad.
–Es cierto, se ha probado que asesinaron opositores a tiros, pero las únicas bombas que se les adjudican son las de la Argentina.
–Si mataron opositores en Alemania o Francia, demostraron que tienen capacidad para atacar fuera de el Líbano, donde actúa el Hezbolá, la organización terrorista que apadrinan. El régimen de los ayatolas no sólo respalda al Hezbolá sino a todos los que atacan a Israel, como Hamas o la Jihad Islámica.
–¿Y por qué justamente en la Argentina?
–Los dos atentados fueron una respuesta a dos grandes acciones nuestras en el Líbano. Ellos necesitaban acciones rápidas y cuando están en esa situación ponen en movimiento a los que tienen en mejores condiciones para realizar atentados. Se ve que tenían una célula en Buenos Aires que rápidamente podía ejecutar los atentados.
–Sin embargo, no cometieron atentados en Brasil, cuyos gobiernos siempre tuvieron buenas relaciones con los países árabes y estaban menos aliados con Estados Unidos, ni recientemente atacaron Francia o Alemania, sino a España, que había participado de la invasión a Irak.
–Bueno, es cierto que también los factores políticos juegan su papel.
–Recientemente el gobierno argentino, a través de un funcionario del Ministerio de Justicia, Alejandro Rúa, señaló que los atentados de Buenos Aires tienen detrás una historia de relaciones entre Irán y el ex presidente Menem. Que recibió dinero en la campaña e hizo promesas en materia nuclear. Después las incumplió y ésa es la razón de los atentados. Israel, a través del Mossad, nunca planteó este tipo de elementos.
–Todo lo que tengo que decir es que siempre hubo una intensa cooperación de Israel con la Argentina en la investigación de los atentados. También la CIA colaboró mucho. Pero hay cosas que sólo el país local puede investigar, porque las cosas ocurrieron en su territorio. España investiga Atocha, Israel los atentados que sufre en su territorio.
–Sin embargo, uno de los atentados ocurrió en lo que era casi territorio israelí, la Embajada.
–Le insisto, hemos colaborado y nuestras conclusiones son que Irán estuvo detrás del ataque a través de su brazo armado, Hezbolá, y el jefe de las operaciones internacionales de esa organización, Imad Mugnihye.
–¿Usted coincide en que los dos atentados cometidos en la Argentina están impunes? Es un hecho que no hay nadie preso.
–Bueno, creo que habrá que seguir investigando para encontrar a los culpables y también a los que no cumplieron con la responsabilidad de encontrar a los culpables. Quiero contarle mi experiencia como jefe del Mossad, entre 1996 y 1998. Yo viajaba a Estados Unidos y conversaba largamente con los jefes de la CIA y el FBI, les hablaba de terrorismo y ellos todo lo que hacían era servirme café. No escuchaban. Se despertaron con el ataque a las Torres Gemelas. Usted no se olvide de que para el Irán de los ayatolas, Estados Unidos es el gran satán e Israel el pequeño satán. Ellos quieren destruir el mundo democrático y sobre sus ruinas establecer un mundo musulmán, con la sharia (ley islámica) como única ley. Osama bin Laden es un nombre, pero actúa a través de células que no son propias y esas células pueden ser de otros: el Hezbolá, que responde a Irán, los Hermanos Musulmanes de Egipto, el Hamas o la Jihad. De manera que con esa óptica y sólo con esa óptica hay que seguir investigando hasta meter presos a los culpables de lo ocurrido en Buenos Aires.