EL PAíS
El espíritu de Alvarez continuará en Seguridad
Aníbal Ibarra confirmará a Diego Gorgal como secretario de Seguridad en lugar de Juan José Alvarez, quien volverá a su puesto de diputado nacional. El ibarrismo quiere afianzar así su base de sustentación.
Por Santiago Rodríguez
El jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, ya resolvió su primer cambio de gabinete: su nuevo secretario de Seguridad será Diego Gorgal –actual subsecretario del área– y asumirá una vez que Juan José Alvarez deje ese cargo para volver a sentarse en su banca en la Cámara de Diputados. Ibarra se inclinó por confirmar a Gorgal para marcar la continuidad de las acciones encaradas por su administración tras la tragedia de República Cromañón, pero su elección revela también su decisión de mantener el entramado político que articuló para ensanchar la base de sustentación de su gobierno.
De todos los posibles cambios en el gabinete porteño con los que se especula, había uno cantado y era justamente el de Alvarez. El diputado duhaldista llegó al gobierno de Ibarra para aplacar la tormenta que desató el desastre del boliche de Once. Para asumir el cargo pidió una licencia de 120 días en la Cámara baja y desde un principio dejó en claro que una vez cumplido ese plazo retornaría a su banca.
Aunque su licencia termina en los primeros días de mayo, Alvarez no seguirá hasta entonces en la ciudad: poco antes de fin de mes tiene previsto realizar un viaje a España y antes de partir presentará su renuncia a la Secretaría de Seguridad porteña.
Alvarez siempre bregó por dejar en su lugar a Gorgal, un hombre vinculado al macrista Horacio Rodríguez Larreta que lo secundó en su desembarco en el gobierno porteño como también en otros cargos en los que estuvo antes. A pesar de que a su alrededor varios pronosticaban –y pretendían– que optaría por otro reemplazo, Ibarra eligió a Gorgal después de hacer un análisis de la situación junto a su jefe de gabinete, Raúl Fernández, al cabo del cual ambos consideraron conveniente mantener sin modificaciones la estructura de la Secretaría de Seguridad y no dividirla.
Al asumir su nueva función, Gorgal dejará la Subsecretaría de Seguridad que hoy ocupa y la de Control Comunal, en la cual venía reemplazando interinamente desde hace un mes a Pedro Fioretti, quien dejó ese cargo después de casarse. Para la segunda de las subsecretarías vacantes nadie tiene candidato, pero sí para la primera: el ibarrismo quiere ubicar ahí a Claudio Suárez, un hombre vinculado a la senadora Vilma Ibarra que actualmente es director general de Prevención de Seguridad, y desde el entorno de Gorgal impulsan a Rafael González Alemán, un funcionario de carrera de la Cancillería que hoy es jefe de gabinete de Juanjo Alvarez.
Un elemento que jugó a favor de Gorgal fue que Ibarra consideró “inconveniente realizar grandes cambios en un área tan sensible”. Gorgal fue quien diseñó las medidas puestas en marcha después de la tragedia de República Cromañón, y el jefe de gobierno estimó que su permanencia al frente de Seguridad marcaría la continuidad de esas acciones.
Desde el gobierno porteño buscan demostrar también que su “amplitud” en términos políticos sigue vigente –aunque el peso de Gorgal no es el mismo que el de Alvarez, y los hombres de Ibarra se encargaron de remarcarlo– y apuntan a cerrar las demás especulaciones que había en torno a eventuales cambios de gabinete. Al respecto, destacan que “si hubiera algo inminente previsto, Ibarra hubiera postergado la confirmación de Gorgal para hacer todos los anuncios a la vez”.