EL PAíS › LA CONFERENCIA EPISCOPAL INSISTE EN SU POSICION
Baseotto, la cuenta pendiente
Los obispos reiteraron que la designación del obispo castrense es atribución del Vaticano. Preocupación por la pérdida de fieles.
Antes de que el presidente Néstor Kirchner partiera hacia Roma para participar en la asunción de Josef Ratzinger como Benedicto XVI, en el Gobierno trataron de dar por finalizada la polémica por el caso del obispo Antonio Baseotto. “Es tema cerrado”, fueron las palabras que utilizó el ministro de Defensa, José Pampuro. Sin embargo, en la Iglesia no parecen compartir esa idea. Ayer, desde la Conferencia Episcopal Argentina volvieron a cuestionar al Ejecutivo por el desplazamiento de Baseotto de la vicaría castrense y aseguraron que “la única autoridad competente” para tomar esa decisión es el Vaticano.
“La única autoridad competente como para quitarle (a Baseotto) el gobierno de una diócesis tiene que venir de la que le ha dado esa autoridad, que fue la Santa Sede”, afirmó el arzobispo de Paraná, Mario Maulión, presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación. Con estas declaraciones, el prelado cuestionó la decisión presidencial de retirarle el aval a Baseotto, por haber dicho que al ministro de Salud, Ginés González García, habría que “arrojarlo al mar” por sus expresiones en favor de la despenalización del aborto y la distribución de preservativos. Baseotto “sigue siendo obispo”, destacó Maulión, en una conferencia de prensa que brindó en el marco de la Asamblea Plenaria del Episcopado que se desarrolló en la Casa de Ejercicios Espirituales María Auxiliadora que la Iglesia posee en la localidad bonaerense de San Miguel. “Es obispo en cualquier parte del mundo –dijo–, ya sea obispo castrense argentino o como arzobispo de Paraná.”
Mientras tanto, en el Ejecutivo confían en que luego de la ceremonia de asunción del nuevo Papa –que se desarrollará mañana en la Iglesia de San Pedro–, la designación del nuevo obispo castrense pueda resolverse en pocas semanas. Una vez que la Santa Sede proponga el nombre del reemplazante de Baseotto, el Gobierno tendrá la potestad de prestar o no acuerdo a su nombramiento.
La Iglesia aprovechó además su contacto de ayer con los medios para hacer una llamativa autocrítica por sus “reflejos lentos” frente a ciertos problemas sociales. El obispo auxiliar de Córdoba y presidente de la Comisión Episcopal de Fe y Cultura, monseñor José Rovai, señaló que “ante algunas circunstancias puede ser que no supimos cómo reaccionar y en algunas cosas nos costó mucho mirar con anticipación”. Rovai admitió incluso cierta “responsabilidad de la Iglesia” en el alejamiento de algunos sectores de la sociedad por esa falta de reacción.
En esa línea, aseguró que la Iglesia analizará “el lenguaje” que utiliza para que su mensaje hacia la sociedad llegue como “una propuesta y no una imposición”.