EL PAíS › LAS MALVINAS COMO TERRITORIO DE LA UE
Molestia reiterada
Cancillería se quejó ante la Unión Europea por la inclusión de Malvinas como “territorio de ultramar”.
“Estamos molestos, nos produce rechazo, pero no es un episodio nuevo y tendremos que lidiar con él durante muchos años.” El canciller Rafael Bielsa expuso así el malestar de la Argentina frente a la inclusión de las islas Malvinas como “territorio de ultramar” en la Constitución Europea, pero trató al mismo tiempo de no dramatizar al respecto. A pesar de las quejas argentinas y del planteo formal que el embajador ante la Unión Europea, Jorge Remes Lenicov, contó que se realizó ante el bloque, la diplomacia británica aclaró que su posición con respecto al archipiélago “no ha cambiado”.
Bielsa explicó que a través de la Cancillería se están realizando todas las acciones correspondientes por la mención de las Malvinas en el texto constitucional europeo y precisó que “se están cursando cables a los 25 embajadores ante los 25 miembros de la Unión Europea ya desde hace tiempo para que presenten las respectivas protestas”. También se preocupó en señalar que “acá no hay ninguna novedad” porque “el departamento (de la Cancillería a cargo del tema de las islas) venía actuando como actúa siempre” y agregó que la Argentina plantea sistemáticamente su reclamo de soberanía sobre el archipiélago en el Comité de Descolonización de Naciones Unidas, que se reunirá el próximo 16 de junio.
La aclaración no fue la única respuesta de Bielsa a las críticas que recibió por su supuesta falta de reflejos en el caso. En esa lista se anotó el senador Eduardo Menem, quien acusó a la Cancillería de no haber reaccionado a tiempo. El canciller replicó que le “satisface enormemente” que se preocupen “porque es un tema principal en nuestra agenda”.
Al margen de manifestar el rechazo por la inclusión de Malvinas en la Constitución Europea y de ocuparse de sus críticos, Bielsa buscó restarle dramatismo al episodio. Recordó que “dos o tres veces por año tenemos alguna trifulca de esta naturaleza, y la vamos a tener 4, 40 o 400 años más, hasta que las Malvinas vuelvan a ser argentinas” y dijo también que el tema “no es ni un episodio nuevo ni un episodio inminente” porque Gran Bretaña es el “último en expedirse acerca de la aprobación o no de la Constitución Europea”.
El texto constitucional de la Unión Europea requiere para su aprobación el acuerdo de los miembros del bloque y se estima que recién podría ser sancionado a fines de este año o el próximo. Cada país está realizando consultas populares al respecto en las cuales no todas son adhesiones. El próximo en plebiscitar la cuestión será Francia, donde las encuestas dan paridad de fuerza entre los que quieren votar por sí y por no.
Bielsa subrayó que en referencia a Malvinas incorporada a la Constitución Europea “en ningún momento se usa la palabra derecho, sino interés, que es un término que se usa cuando hay situaciones de disputas”. También estimó que es “muy difícil” que la Comunidad Europea asuma finalmente como propios los intereses de la corona británica en contra de la prédica de Naciones Unidas que “desde hace más de 20 años viene instando” a una solución bilateral del conflicto.
Remes Lenicov, por su parte, comentó que “formalmente hicimos la protesta” ante las autoridades europeas la semana pasada. Y coincidió en que no se trata de algo novedoso, al reseñar que ese tipo de gestiones “se vienen haciendo desde 1972, cuando el Reino Unido se adhirió al tratado de Roma para ingresar a la Unión Europea”.