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La decisión del gobierno nacional de dar el primer paso hacia las legislativas de octubre despertó críticas en la oposición que, de paso, aprovechó también para lanzar su propia campaña. La líder del ARI, Elisa Carrió –uno de los rivales que tendrá en su camino hacia la Cámara baja la denominada renovación del PJ porteño que conduce el jefe de Gabinete, Alberto Fernández–, buscó diferenciarse del proyecto político oficial y aseguró que directamente no prestó atención al acto que Cristina Kirchner encabezó en Obras Sanitarias. “La verdad que ni la vi”, dijo. Por su parte, la titular de Unión por Todos, Patricia Bullrich, aseguró que la convocatoria marcó “la asunción de Néstor Kirchner al frente del viejo aparato”. Hubo cuestionamientos también desde la oposición interna del justicialismo, a través del diputado nacional Adrián Menem, quien señaló que “Cristina Kirchner y Alberto Fernández no representan al peronismo”.
Carrió fue la figura opositora representativa que dio su opinión sobre el acto. En realidad, la líder del ARI optó por ignorar lo sucedido en Obras como forma de marcar diferencias. Tal como anticipó Página/12, Carrió confirmó que lanzará la semana próxima una “campaña de ideas” con acento en el “contrato moral” que, a su entender, necesita el país. Y utilizó ese eje para distanciarse del acto del PJ.
“Desde el ARI trabajamos por otro proyecto sustancialmente diferente, peleamos por la cantidad de argentinos que estamos convencidos de otra república, de otra distribución del ingreso. Yo sigo creyendo que estamos en el final del viejo sistema político argentino, más allá de un resultado electoral concreto”, puntualizó. Y volvió a la carga con su discurso con eje en la transparencia: “Hoy todos saben en la Argentina quiénes roban, quiénes se están llevando las tierras, el petróleo y el gas. Hay dos electorados en la Argentina: uno que cree en la dignidad, que quiere construir otro país, y otro que se conforma con esto”.
Resuelta a dar de nuevo pelea en territorio porteño, Bullrich apuntó sus críticas al tradicional “sistema” del PJ capitalino. “Con este acto se terminó la idea de una nueva política que implique muchos cambios, que no haya más clientelismo. Lo que se mostró en Obras fue la asunción del presidente Kirchner a la cabeza del viejo aparato peronista. El Gobierno dio un paso atrás muy fuerte respecto de lo que había sido el compromiso de imprimir un cambio en la política. Vuelve a instalarse el mismo aparato de siempre. Primero fue Menem, después Duhalde, y ahora Kirchner”, dijo.
Desde la interna justicialista, el menemismo también criticó. “Viendo la foto de Obras Sanitarias, me parece que Alberto Fernández y Cristina Kirchner no representan al peronismo”, sostuvo el diputado Adrián Menem. “El peronismo es un estilo de vida y representa una forma de gobierno que es el equilibrio de los argentinos hacia arriba, y este gobierno está equilibrando a los argentinos hacia abajo”, agregó.