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La venta de Loma Negra fue propuesta por el economista Jorge Gaggero como un caso concreto a analizar en la última reunión que el grupo Fénix mantuvo para reflexionar sobre las reformas estructurales pendientes, entre las que –según se evalúa– sobresalen la tributaria y una que permita algún control de los oligopolios formadores de precios (e impulsores del salto inflacionario de los últimos meses).
A modo de ejercicio teórico, pero sobre la base de datos reales e hipótesis verosímiles acerca del caso Loma Negra, Gaggero esbozó algunas estimaciones del sobreprecio que Amalia Lacroze de Fortabat habría obtenido gracias al manejo oligopólico del mercado cementero.
Para realizar el cálculo supuso que en los dieciocho años que transcurrieron desde la formación del “Club” hasta que se destapó la olla, las cementeras gozaron de un “sobremargen” de ganancia del 150 por ciento respecto de uno que pudiera considerarse “normal”, y que desde entonces ese plus se redujo al 100 por ciento (bajo el supuesto de que el cartel “se moderó” después de ser denunciado).
A partir de estas hipótesis y siguiendo los razonamientos y cálculos clásicos de valuación empresaria, la estimación preliminar de Gaggero es que los 1025 millones de dólares implicados en la operación duplicarían largamente el precio que obtendría si se tratara de una empresa que no se aprovechase de prácticas oligopólicas. Dicho de otra manera, Camargo Correa estaría pagando más del doble para apropiarse de una empresa que tiene “rentas extraordinarias” que justificarían ese sobreprecio.
El economista también planteó dos cuestiones vinculadas a los temas tributarios implicados. En primer lugar, subrayó las consecuencias que derivan de esta operación por la inexistencia en la estructura tributaria de un impuesto a las “ganancias de capital”. Se trataría de un gravamen que apunte a cobrar una tasa, como en todos los países “normales”, por la diferencia que realiza una “persona física”, un empresario, al momento de vender su compañía (o cobrar intereses, o vender propiedades inmuebles). Suponiendo un “valor de origen” de Loma Negra de 100 millones de dólares y aplicándole la alícuota del 15 por ciento que este tributo tiene en el país del comprador, Brasil, resulta que la empresaria debería pagar al fisco algo más de 100 millones de dólares –unos $300 millones– de los 825 que embolsaría.
Gaggero recordó, por último, que gracias a la eliminación del impuesto a la herencia decidida por el ministro de Economía de la última dictadura José Alfredo Martínez de Hoz –según cuenta la leyenda, para evitar que su familia pagase este tributo– los herederos de la ex embajadora itinerante de Menem también se ahorrarán unos cuantos millones en el futuro.