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El comisario Edgardo Beltracchi, quien estaba encargado de la Superintendencia General de la Policía Bonaerense cuando la masacre de Avellaneda, declaró ayer que mientras duró la represión se mantuvo informado mediante “partes urgentes” que le enviaba la Departamental de Lomas y “mirando las noticias televisivas junto a Luis Genoud”, el entonces ministro de Seguridad de la provincia.
Beltracchi fue interrogado en la décima jornada del juicio oral por los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Ante el tribunal, recordó que el día posterior a la masacre mantuvo una reunión con el ministro Genoud y el comisario Alfredo Fanchiotti en la que, dijo, “ni hablamos de los muertos”. Luego, Fanchiotti fue llevado a la gobernación “donde lo esperaba Solá”; en ese encuentro, según Fanchiotti, el gobernador lo había felicitado.
El testigo buscó, por otra parte, deslindar responsabilidades en quien era jefe de la Departamental de Lomas, Félix Vega. Aseguró, en esa línea, que si en el operativo hubo efectivos de civil, como efectivamente ocurrió, debió haber sido “por orden del jefe de la Departamental”, ya que él no lo había recomendado.
Beltracchi negó que haya existido “una coordinación entre el operativo de la Policía Bonaerense y el de las fuerzas de seguridad de la Nación. (...) Si hubo una coordinación, fue espontánea y en la mañana misma del 26”, sostuvo. De esta manera apuntó a afianzar la teoría de que las patotas de la Policía Bonaerense actuaron por su cuenta.
Durante la jornada declararon también los prefectos Ariel Ruiz y Antonio Leguizamón. Ruiz, integrante de la agrupación Albatros, dijo que su división no participó activamente de la represión en el Puente, pero admitió que otras divisiones de los albatros sí lo hicieron.