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“Prófugo y buscado por el pueblo desde el 26 de junio de 2002”, se leía ayer sobre tres carteles de cuatro metros de alto, colgados frente al Obelisco. Arriba de esta leyenda, en cada cartel estaban dibujados los rostros del ex presidente Eduardo Duhalde, el ex jefe de Gabinete Alfredo Atanasof, el gobernador Felipe Solá y el ex ministro de Seguridad Juan José Alvarez. “Denunciamos a los responsables políticos de la masacre de Avellaneda, porque en este momento, sólo se está juzgando a los autores materiales”, explicó Florencia, del MTD Lanús, una de las organizadoras de las jornadas de comunicación, que se hicieron ayer en pleno centro porteño como parte de las protestas que culminan hoy, a tres años del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.
La jornada, convocada bajo la consigna “Sigue la impunidad, seguimos luchando por Justicia” por organizaciones piqueteras, asambleas barriales y algunos gremios como el de motoqueros y el del subte, consistió en la lectura de poesías, la proyección de videos sobre la masacre, un taller de serigrafía, en el que se estampaban remeras con las consignas del acto y sobre el que se arremolinaron los más chicos, y una muestra de dibujos, como los que Florencia, compañera de militancia de Santillán, desplegó en la baranda del Obelisco: entre las imágenes se repetía una y otra vez el gesto de Darío al pedir con su mano que no disparen. “Lo que más recuerdo de él era que siempre te daba una mano, si había que ir a un lugar complicado, él iba. Lo que más me impactó fue el coraje que tuvo al quedarse el día que lo mataron”, dijo Florencia.
Los militantes, la mayoría jóvenes, cortaron la calle con balizas de madera, sobre las que se leían “Darío y Maxi no están solos” y, por los parlantes que instalaron frente a la Plaza de la República, comenzó a sonar la música de Santa Revuelta y luego siguieron algunos discursos. El objetivo era “recordar a Darío y a Maxi en la calle, reivindicando la actitud que tenían cuando estaban vivos y tomar la cultura como parte de la lucha”, como afirmó Mariano Pacheco, que empezó a militar con Santillán en Almirante Brown.
Luego se proyectaron videos contra la pared del Obelisco con las imágenes del día de la masacre. Sobreimpresos con las letras del monumento, se vieron Crónicas de libertad, del grupo Alavío; Piquete Puente Pueyrredón, de Indymedia Argentina; No olvidamos, del MTD Aníbal Verón, y un adelanto de La crisis causó dos nuevas muertes, un video que analiza la cobertura de los medios de la masacre. “El documental se centra en lo que sucedió en las primeras horas, en las que no aparecían las fotos y el Gobierno decía que se mataron entre ellos”, explicó Patricio Escobar, uno de los realizadores.
Por la noche, cerca de las 21, se retiraron hacia el Puente Pueyrredón, donde los piqueteros del Frente Popular Darío Santillán, el Polo Obrero y el MTD Aníbal Verón, entre otros, ya habían empezado la vigilia, que seguirá hasta que comience el acto unitario de las organizaciones hoy al mediodía. Se instalaron con las mismas carpas y ollas con las que acamparon frente a los tribunales de Lomas de Zamora hasta esta semana. Allí siguieron con talleres de teatro, plástica, poesía, mientras se preparaba un guiso para combatir el frío. El vocero del Frente Darío Santillán, Pablo Solana, contó que “en el puente va a seguir la jornada de reflexión, sobre todo con el eje puesto en que no hay voluntad de investigar a los responsables políticos y que, si a los jueces no los marcamos de cerca, no hay Justicia”.

Informe: Werner Pertot.